Hampones atacaron por más de cuatro horas con armas de guerra a la policía

Hampones atacaron por más de cuatro horas con armas de guerra a la policía

En una aparente retaliación por la muerte de Fernando José Martínez Terán, Ánthony Alberto González y Alinxon Raimundo Villalba Meléndez durante un procedimiento del Eje contra Homicidios del Cicpc de los Valles del Tuy, unos diez sujetos fuertemente armados arremetieron contra la sede policial por más de cuatro horas, reseña La Voz.

Unas diez perforaciones de proyectiles, al parecer de fusiles R-15 y armas cortas, presenta el área de la recepción y la pared lateral del módulo de la Policía Municipal de Tomás Lander, ubicado en la Urb. Araguita 1, tras ser atacado a tiros por antisociales la noche del pasado jueves, en una aparente reacción por la muerte de Fernando José Martínez Terán (32), Anthony Alberto González (18) y Alinxon Raimundo Villalba Meléndez, durante un procedimiento del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de los Valles del Tuy, en el sector Simón Bolívar de Ocumare del Tuy.





Varios de los tiros, al parecer fueron lanzados de frente por los antisociales desde vehículos en marcha (5 motos y una camioneta), y seis de ellos impactaron el área de la recepción. Afortunadamente el funcionario de guardia logró resguardarse, al igual que sus otros compañeros, resultando todos ilesos, inclusive los detenidos que allí se encuentran.

De inmediato los funcionarios, unos diez aproximadamente, que desde tempranas horas se mantenían en alerta, toda vez que en la calle El Nazareno del sector Simón Bolívar de Araguita I, a pocos metros de la sede policial, se velaban los cadáveres de Anthony Alberto González (18) y Fernando José Martínez Terán (32), alias “Fernandito”, respondieron al ataque de los antisociales, al tiempo que solicitaron refuerzos de la mancomunidad policial del Tuy, presentándose comisiones del Cicpc-Tuy, Sebin, Iapem y policías municipales de la subregión tuyera, que se incorporaron a la defensa de la sede policial y al resguardo de la vida de los efectivos y reos

La balacera, que se inició cerca de las diez de la noche y se extendió por más de cuatro horas, generó caos y pánico entre los residentes de la zona y comunidades aledañas, que tuvieron que dormir en el piso y resguardarse detrás de diferentes objetos pesados para evitar ser víctimas inocentes del enfrentamiento.

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