El nuevo disco de Foo Fighters está “ya medio hecho”, según el productor Butch Vig ha revelado a la revista Kerrang. Además, Vig ha avanzado que el grupo está experimentando con una amplia variedad de técnicas de grabación, lo que supone un planteamiento diferente a su exitoso álbum Wasting Light (2011), registrado en el garaje de la casa de Dave Grohl.
“Hemos estado grabando en diferentes lugares, pero ya estamos a mitad de camino y todo marcha bien. Suena diferente, hemos lanzado algunas cosas a la mezcla que van a dar al disco un sonido y un sentimiento distinto. Está siendo un reto excitante”, ha explicado Butch Vig.
Las palabras del productor coinciden con las de Grohl, quien hace unos meses describió al álbum como “macarra”. “Estamos haciendo algo que nadie sabe. Vamos a grabar de una manera que nunca nadie ha hecho antes y estamos componiendo de una forma que creo que nadie haya hecho antes”, avanzó el líder de Foo Fighters a Rolling Stone el pasado año.
A pesar de estar ocupado con el nuevo trabajo de Foo Fighters, Dave Grohl también ha tenido tiempo recientemente para ‘resucitar’ a Nirvana junto al bajista Krist Novoselic con motivo de su ingreso en el Rock and Roll Hall of Fame.