Gas de la risa, opción barata, flexible y rápida para aliviar dolor de parto

Gas de la risa, opción barata, flexible y rápida para aliviar dolor de parto

PARTO

El uso del óxido nitroso, más conocido como “el gas de la risa”, comienza a ganar adeptas en los hospitales de EEUU, entre los métodos variados que existen para aliviar el dolor durante el parto, como la anestesia epidural, y opciones menos convencionales como la meditación.

El uso del gas inodoro, usualmente administrado en el consultorio de los dentistas, comienza a ser contemplado por cada vez más especialistas debido a los efectos a corto plazo registrados, además de la flexibilidad en su administración y el abaratamiento de costes.





Actualmente disponible en 19 hospitales y 14 centros médicos en EEUU, el cuerpo de la madre elimina el gas en segundos al inhalar el aire de la habitación, en comparación con los efectos a largo plazo de la anestesia epidural, dijo a Efe Loral Patchen, del Hospital George Washington en el Distrito de Columbia.

Una de sus ventajas, para Patchen, es que mantiene a la madre consciente y no le quita la movilidad durante el trabajo del parto, en comparación con los efectos de la epidural, que puede dejarla anestesiada de la cintura para abajo durante varias horas.

Asimismo, la directora de la sección de parteras en Washington cree que este analgésico comienza a ganar seguidoras porque relaja a la madre y la tranquiliza, además de mantenerla alerta y consciente de todo lo que pasa a su alrededor.

“Para las mujeres que deciden parir de manera natural ésta es una opción contemplada por la flexibilidad que conlleva”, apuntó Patchen, porque “puede ser administrada por la propia madre en caso de que la requiera y los efectos de alivio del dolor son inmediatos”.

El procedimiento es muy simple, explicó la partera: antes de cada contracción la madre inhala el gas a través de una máscara y el dolor tarda en desaparecer menos de un minuto, aproximadamente 30 segundos; luego, apenas la mujer deja de respirar por este medio, los efectos del gas desaparecen.

EFE