Victor Vielma Molina: Organización, familia y comunidad

Victor Vielma Molina: Organización, familia y comunidad

thumbnailvictorvielmamolina¿Por qué no auxiliamos a la amada patria? ¡Está herida de muerte! No podemos quedarnos de brazos cruzados, cuando convaleciente nos pide auxilio. ¿Por qué no nos organizamos para defenderla del mal que la agobia y de quienes banalizan el sufrimiento de la gente? ¡Callar es complicidad! ¡Callar es validar su destrucción! La negligencia nos haría homicidas culposos. La patria es una sola y se llama Venezuela. La patria somos todos, sin exclusión alguna. La patria es cada uno de los que respiramos en ella y por ella. ¡Que se organicen las familias y las comunidades para salvar la patria!

Ciertamente, hay que administrar la patria desde cada familia, desde cada vecino, desde cada comunidad para salvarla. Si salva a tu familia, a tu vecino, a tu comunidad estás salvando a la patria. No se trata de tomar justicia con sus propias manos. Se trata de administrar. Administrar es organizar, planificar, colocar en funcionamiento lo organizado y planificado. Pero esta administración será completa, exitosa y eficiente, si se evalúan y controlan los resultados, el producto. Salvar la patria es administrar integralmente con eficiencia y eficacia desde nuestros hogares, desde nuestras comunidades, con nuestros vecinos, desde nuestros empleos, desde nuestras instituciones, organizaciones y empresas. Vamos a organizar a las comunidades para que sean luchadoras, operativas, observadoras, vigilantes, protectoras de los derechos constitucionales y de los DDHH, de los bienes y servicios de la nación, para que propicien iniciativas, defiendan de manera creativa a los factores de producción y al sistema de incentivos. Vamos a organizarnos para exigir mejores servicios públicos, efectiva operatividad, dotación de suministros y atención a centros de asistencia hospitalaria, pro-mejoras para las barriadas y urbanizaciones, atención, mantenimiento y seguridad para las comunidades, las escuelas, liceos, universidades e institutos superiores de educación, asfaltados de carreteras urbanas, extraurbanas y construcción de vías de penetración agrícola. Discusión, sin retraso de contratos colectivos de trabajadores, atención a campesinos y a productores agropecuarios; incremento de la producción y garantía para que la distribución agroalimentaria llegue a todos los hogares venezolanos. Salvar la patria es exigir defensa y más creación de empresas e industrias que generen producción, riqueza y más fuentes de trabajo para que cada quien cumpla con el precepto cristiano de: “Ganarás el pan con el sudor de la frente.” (Génesis, 3:19) Salvar la patria es impedir el delito, el enriquecimiento ilícito y exigir para la gente trabajadora y estudiosa respeto. Salvar a la patria es ser solidario, orientar y auxiliar a quien lo necesite.

La organización, al empezar desde la familia, como núcleo principal e ineludiblemente de la nación, provocaría mayor crecimiento, apego y sentido de pertenencia del venezolano hacia el país. De esta manera positiva, cada familia ha de tener la inquietud de participar en el desarrollo y la organización de sus comunidades. Reiteramos, las comunidades organizadas con criterio amplio, diverso, plural, heterodoxo, tolerante, observador y vigilante del funcionamiento y del desarrollo  de las instituciones gubernamentales, mejoraría la comunicación, los servicios públicos y la seguridad de la población. Haría crecer el amor por la comunidad y el trabajo social sin discriminar, entre otras miserias, por credo, color o pensamiento político. Además, evitar que quienes administran poder, al dar cumplimiento a los objetivos del sistema que representan, sigan cometiendo excesos sin importarles sus actos. Sí, impedir que lleguen al extremo de la “banalidad del mal”, tal como hicieran los genocidas nazis. Causa expuesta y que llega a ser la mayor preocupación de la filósofa Hannah Arendt, en su obra: Eichmann en Jerusalén. Esto es, que como resultado final, funcionarios gubernamentales, torturen, ejecuten a seres humanos o practiquen en actos que violen a la dignidad humana, a los DDHH, solo porque cumplen órdenes provenientes de estamentos superiores.





En consecuencia, la crisis política, social y económica venezolana se resuelve con organización de todas las comunidades y sectores del país. Las comunidades resultan más operativas y beneficiosas, si se organizan desde el núcleo de ellas mismas, con criterio democrático, pluralista, heterodoxo. El desorden, las acciones sectarias y grupusculares dan ventajas a los depredadores de la política y del bienestar social. Organizarse para luchar y defender al óptimo crecimiento político, social y económico del país, es la manera política más civilizada para resolver problemas, conflictos y crisis.

Víctor Vielma Molina/Educador/victormvielmam@gmail.com