Alexis Alzuru: La oposición más allá de las encuestas

Alexis Alzuru: La oposición más allá de las encuestas

Hay una lectura cuantitativa de la situación política del país. Por lo general, esa

perspectiva amplía su rango de influencia cada vez que se divulgan encuestas.

Sus conclusiones encuadran las percepciones de los ciudadanos; y, además,





se utilizan para redefinir las prioridades de los partidos. En muchas ocasiones

las actividades se planifican al calor de las encuestas. En particular, se puede

observar cómo la oposición se reprograma en función del monitoreo de esas

investigaciones. Sus objetivos, agendas y tiempos se acoplan a estos estudios.

También se pretende moralizar a los militantes y captar nuevos electores con

los temas que las mediciones identifican. Se podría decir que los estudios de

opinión constituyen la materia prima con la cual la dirección opositora toma

decisiones y da sentido a sus posturas. Por cierto, con esa práctica ratifica su

apego a algunas creencias que por lo menos debería revisar. En este caso,

convendría que se examinara el supuesto según el cual los sondeos marcan el

rumbo de la política.

Restringir el análisis de la situación de Venezuela a lo que dicen las encuestas

puede resultar muy costoso para una nación que desea concretar cuanto antes

el cambio constitucional del gobierno. De hecho, desde un ángulo estadístico

se podría concluir que la derrota electoral del oficialismo estaría cantada. Pues

según los números, la popularidad del Presidente se viene abajo. Por supuesto,

no resulta extraño que con esa información algunos de sus voceros se hayan

entusiasmado y propongan retomar el diálogo con el gobierno y enfocarse en lo

económico; todo eso como antesala de la lucha electoral que está por iniciarse.

La oposición comienza a deslizarse al terreno electoral porque las encuestas

dicen que el gobierno se derrumba. Incluso, hay quienes solicitan que se abra

el debate sobre el método de selección de los dirigentes que serían postulados

a la Asamblea. Tampoco faltan quienes aconsejan calentar la calle; aceitar las

maquinarias y, además, resolver aquellos asuntos burocráticos que estarían

pendientes por superarse dentro del bloque opositor. En la MUD se escuchan

recomendaciones similares a las del pasado para enfrentar a esa minoría que

tiene el poder, aun cuando el escenario ha cambiado por completo.

La interpretación tradicional de los acontecimientos favorece al Presidente y a

su equipo de colaboradores; pero en ningún caso redundará en beneficio de la

población y de la democracia. Que lo electoral consolide la posición de dominio

de la élite roja será un riesgo permanente hasta que se admita que la fórmula

para su sustitución está más próxima a la negociación social que a lo electoral.

Pareciera un error continuar prometiendo una victoria electoral de la oposición

sin antes realizar algún tipo de arreglo político con la base y la dirigencia media

del Polo Patriótico.

En Venezuela la naturaleza de la disputa entre oposición y gobierno difiere de

la que existe en sociedades donde los principios y las normas de la democracia

se encuentran vigentes de manera plena. Esta premisa que debería guiar la

acción de la oposición es de carácter político; por lo cual, no se puede inferir de

encuestas ni de supuestos cuantitativos. Al contrario, a partir de ese postulado

es que tendría sentido reinterpretar lo electoral y, por tanto, la dinámica que los

datos muestran sobre la popularidad de los clérigos del gobierno y potenciales

candidatos del PSUV.

Lo electoral concebido como epílogo de una alianza política entre la oposición

y la militancia del Polo Patriótico. Desde esta perspectiva, la agenda de la MUD

se iniciaría con la búsqueda y posicionamiento de idearios y valores con los

cuales se pudieran identificar por igual los votantes de la oposición, del Polo y

los independientes. Sobre todo, ese enfoque obligaría a la MUD a invertir este

tiempo en comunicar los términos de un pacto que sería atractivo para todos,

porque plantearía un equilibrio entre expectativas sociales que son desiguales

y opuestas entre sí.

Alexis Alzuru

@aaalzuru