Y todo seguirá así, si las comunidades no se organizan y los partidos políticos oponentes no logran constituirse en verdadera unidad imbatible. Porque el gobierno de Nicolás Maduro, impide que los Poderes Públicos tengan plenas libertades, reprime el derecho a huelga, destruye las libertades democráticas, niega el derecho a la defensa y de libre expresión, neutraliza las investigaciones periodísticas, niega divisas a la prensa, dispara la censura previa, cierra o presiona la venta de los medios de comunicación para que postores oficialistas, los compren. Así fortalece su capacidad de ocultación y consolida su totalitarismo.
Es por ello, que quienes se inclinan en defensa de la pluralidad, del bienestar de las comunidades, de los trabajadores, de los profesionales o de los empresarios son atacados, difamados y detenidos por este gobierno saqueador de libertades y de la legalidad. Definitivamente, esto que se hace llamar revolución, hunde a la población en la arbitrariedad y la usurpación. ¡Ay! ¡Pensar que los libertadores, padres de la patria, lucharon para erradicar a estos flagelos!
¿Será que esta “revolución” ignora, que la mayoría de los venezolanos, conocieron la capacidad de la libre empresa que generaba empleos, abundancia y riqueza? ¿Será que olvidan que los venezolanos vivieron la democracia, el respeto, la bonanza, la validez y las bondades de la libertad? La gente sabe de sus derechos y difícilmente se adaptarán a un sistema cerrado, opresivo y excluyente. Es por ello que lucharán por el renacimiento de una Venezuela mejor. Además, los abusos y errores de quienes se dicen ser revolucionarios, labran su propia perdición.
Víctor Vielma Molina /Educador /victormvielma@gmail.com