Niños víctimas de violencia urgen policías más cercanos

Niños víctimas de violencia urgen policías más cercanos

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Ante el incremento de casos vinculados a niños, niñas y adolescentes (NNA) víctimas y victimarios de violencia, la actuación de los funcionarios policiales es fundamental. Sin embargo, estos han sido considerados como una figura represiva y persecutora del delito, que puede llegar a provocar temor en la población más joven que al consultársele los coloca en último escalafón cuando se trata de buscar ayuda, reseña El Carabobeño.

Para el especialista en Derechos del Niño y asesor del Programa de Buen Trato de Cecodap, Carlos Trapani, la formación de los nuevos policías debe ir enfocada en la cercanía con la comunidad, lo que implica romper paradigmas en relación al trato hacia los niños, niñas y adolescentes (NNA).





Trapani detalló que ante la denuncia, el funcionario debe actuar con celeridad, entendiendo que los NNA son un sujeto de derecho especial que requiere acciones diferentes, al que se le debe garantizar el cumplimiento de sus garantías, pero también de sus deberes en función de madurez y desarrollo.

La herramienta fundamental con la que debe contar el policía es la formación. Poder diferenciar las características propias del niño y el adolescente, conocer cómo es el sistema de protección, cómo está estructurado y cuáles son sus competencias, “existen fallas en el sistema cuando el funcionario solicita apoyo. Eso también es una debilidad y hay que reconocerlo”.

Es necesario incrementar los esfuerzos para la presencia de un funcionario policial represente un resguardo, protección, cobijo y apoyo especializado cuando un niño tiene un problema, recomendó Trapani. “Si no logramos el fortalecimiento integral de los policías, los aspectos teóricos van a quedar solo plasmados en la ley, porque en términos prácticos va a persistir la desatención a los NNA víctimas de violencia”.

El grado de agresividad e intencionalidad de las agresiones vienen en ascenso, lo que da cuenta de una serie de omisiones, desaciertos e improvisación legal que no ha logrado separar a la población joven de las manos de la violencia.