Los pranes acaban con sus enemigos desde sus celdas

Los pranes acaban con sus enemigos desde sus celdas

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Cercanos o lejanos, los familiares de los líderes negativos del retén El Marite son intocables. Desde 2014, los pranes han acabado con todo aquel que osa tocar a alguno de sus parientes. Desde sus celdas planifican los crímenes y arman a los sicarios que deberán vengar la afrenta. Los crímenes quedan impunes y a los reclusos no se le suman años ni nuevos delitos a sus condenas. Así lo publica laverdad.com

Culpables o inocentes, debían caer. Asesinarían a cada pariente de Pedro León Navarro, alias “Pedrito”, y su cómplice, apodado el “Pelúo”, hasta que estos aparecieran. La orden salió del retén El Marite, el pran Néstor “Carne Molía” busca vengar el homicidio de su hermano, Óscar Enrique Bríñez Araujo (19), a quien mataron en una fiesta en el barrio Felipe Pirela el 27 de septiembre de 2014. El “Feo” y el “Yandel” acabaron con seis hombres en un día.





El pasado domingo 4 de enero se repitió la historia. El “Gorilón” cobró con sangre la osadía de Luis Alfonso Perozo, de 23 años, quien junto a los miembros de su banda ingresaron a robar en la casa de la abuela del recluso. La anciana se escondió detrás de la puerta, los atracadores dispararon para asustarla y la hirieron. Su nieto se enteró de lo ocurrido, buscó a los responsables y ordenó su asesinato.

Durante el crimen hubo un error, los sicarios Kenfer Esteban Sánchez Cambar y Jesús Alberto Acosta González no contaron que los oficiales de la Policía regional los agarrarían in fraganti cuando disparaban contra Perozo en la urbanización Francisco de Miranda. Los siguieron y en el barrio La Mina de Oro dieron de baja al primero y aprendieron al otro.

La Policía científica aún rastrea llamadas e interroga a Acosta. Tienen la certeza de que el homicidio se ordenó desde el centro de arrestos y detenciones preventivas, los sicarios visitaron a su líder horas antes del asesinato, pero necesitan otros detalles para concluir el caso.

El sospechoso

A alias “El Gorilón” lo capturaron en el semáforo del sector Cumbres de Maracaibo, en la Circunvalación 2, en agosto de 2012. Tiene un historial policial por homicidio en San Francisco y San Carlos, con fecha de 2003; por homicidio frustrado, por ocultamiento en Mérida, de fecha 2007, tres solicitudes por robos genéricos en la entidad, una del 2006 y otra del 2008. Además tiene orden de aprehensión emanada del tribunal 13º de control por homicidio intencional y en grado de frustración, de fecha 23 de agosto de 2012. Está implicado en el asesinato de José María Cardozo Romero, de 60 años, en el sector Cañón 44, en Maracaibo.