Falta de todo en los hospitales de Guayana

Falta de todo en los hospitales de Guayana

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Uyapar y Doctor Raúl Leoni, los dos grandes centros asistenciales de Ciudad Guayana, continúan siendo foco de denuncias no solo por parte de quien los visita en busca de asistencia médica o para acompañar a un familiar internado, sino también del personal que allí labora. Nueva Prensa Guayana

Ambos hospitales atienden a enfermos provenientes de Anzoátegui, sur de Monagas, Delta Amacuro y resto del estado Bolívar. El personal médico y de enfermería de estos centros hace su mayor esfuerzo para poner en práctica sus conocimientos, con lo que -para ese momento- tienen a la mano, pues la falta de material quirúrgico y medicamentos se agudiza cada vez más.

Diariamente, los expertos de la salud deben ingeniárselas para atender a decenas de pacientes que llegan esperanzados por salvar su vida o apaciguar dolores, pues en su mayoría provienen de graves accidentes o heridos por armas blanca o de fuego.





Un exresidente del hospital Uyapar contó su experiencia laboral en este centro de salud. El médico, que prefirió mantenerse bajo el anonimato, estuvo aplicando sus conocimientos de medicina por dos años y lamentó en todo ese tiempo las precarias condiciones en las que se encuentra.

Hace poco estuvo de visita por sus instalaciones y le preocupó ver cómo sus colegas continúan trabajando “con las uñas” para resguardar la vida de un paciente.

“Algo tan básico como una hematología completa para conocer la hemoglobina del paciente es imposible realizarse en el Uyapar, porque no tienen los reactivos útiles para hacerlo; nosotros muchas veces tomábamos la muestra de sangre, le dábamos el tubo de ensayo al familiar y éste se encargaba de acercarse a un laboratorio privado para que le dieran los resultados”, comentó el exresidente.

Asimismo acotó que este escenario podía vivirse a cualquier hora del día o de la noche, incluso de madrugada. “Se nos escapaba de nuestras manos ayudar al paciente, hacíamos lo posible y entendíamos en todo momento al familiar. Es admirable ver cómo buscan la manera para resolver, como sea, traían esos resultados y la mayoría de los casos se trataba de personas que no cuentan con recursos económicos suficientes”.

Más carencias

Lo que debería ser responsabilidad de un centro de salud público, en Guayana corre por cuenta del paciente. Tal es el caso de quien necesita realizarse una placa de rayos X.

El galeno entrevistado recordó que durante su estancia en el Uyapar tuvo varias veces que remitir al paciente a centros privados para hacerse la placa, pues la máquina se encontraba dañada. Esto actualmente sigue ocurriendo.

“Muchas veces el paciente tuvo que trasladarse en graves condiciones hasta una clínica porque la máquina estaba dañada y era necesario la placa; actualmente mis colegas me indican que esto continúa pasando, es imprescindible que el hospital cuente con este equipo”, aseveró.

Otro de los problemas que también resaltó el médico y que considera importante resolver, es el tema de las ambulancias. Argumentó que cuentan con una unidad pero no tienen chófer y en la mayoría de los casos debían esperar por el Servicio Autónomo de Emergencias del estado Bolívar 1-7-1 para trasladar a un paciente y éstos podían tardar incluso hasta 12 horas.

En reiteradas oportunidades, médicos especialistas y residentes de Uyapar, así como de otros centros de salud, denunciaron públicamente su descontento por la escasez de medicamentos y el mal estado de la infraestructura de centros hospitalarios en Guayana.

En abril de 2014, los trabajadores de Uyapar mantuvieron una reunión con la directora de este centro de salud, pero no obtuvieron mayores resultados.

Terapia intensiva

Uyapar cuenta en este momento con cuatro camas para terapia intensiva. El paciente que amerita esta atención médica debe permanecer en Emergencia, mientras su familiar lo asiste con Ambu, una especie de bolsa que brinda la ventilación de urgencia en aquellos pacientes que requieren ser atendidos de emergencia, para evitar perder la vida y limitar el daño cerebral por falta de oxigenación.

Aunque esta bolsa es necesaria para suministrar oxígeno, algunos familiares también tenían que aplicar la “respiración boca a boca”, por no contar con suficientes equipos.

Para el año pasado padecieron la ausencia de quirófanos por remodelación, contaban para ese entonces con uno solo y era estrictamente para emergencias; sin embargo, a finales de 2014 se inauguraron cinco unidades quirúrgicas que ayudaron considerablemente a solventar parte de la problemática.

No se dan abasto

Los centros asistenciales no van a la par del crecimiento de Ciudad Guayana, estos espacios físicos que datan desde hace 30 años aproximadamente y que continúan recibiendo pacientes de otras ciudades del suroriente del país no cuentan con la capacidad requerida para atender la cantidad de enfermos que ingresan al lugar.

En enero de este año, cerca de 15 a 20 galenos residentes del hospital Raúl Leoni Otero de Guaiparo, se apersonaron en la dirección del referido sanatorio para exigir la contratación de personal capacitado, sobre todo en las áreas de cirugía y emergencia.

Cansados de la sobrecarga laboral, decidieron tomar esta medida como una forma de llamar la atención de la directiva, aunque sin las acostumbradas acciones que suelen caracterizar una manifestación; no se trancaron puertas ni accesos al recinto, sólo el edificio administrativo.

Finalmente ese reclamo culminó con la presencia de Elizabeth Castro, directora del hospital, quien conjuntamente con el doctor docente, algunos especialistas y médicos residentes, plantearon acuerdos que podrían ser la solución de este inconveniente.

El equipo reporteril de este medio impreso se comunicó nuevamente con la fuente que en ese momento nos brindó declaraciones y confirmó que efectivamente, se han ido ejecutando esos acuerdos en la medida de lo posible.

Actualmente cuentan con médicos integrales y otros afiliados a la Alcaldía de Caroní, que sirven de auxiliares en las guardias, aliviando un poco la carga laboral de sus otros colegas.

Acotó que Castro fue suplantada aparentemente de forma provisional por otro director, que ha traído beneficios para el centro de salud.

Escasez de medicamentos afecta su trabajo

Aunque el galeno de Guaiparo aseveró el cumplimiento de algunas medidas acordadas en aquella reunión, no pudo dejar a un lado la problemática que les está afectando “gravemente” su trabajo.

“Aquí hace falta de todo, no tenemos antibióticos ni analgésicos que son los medicamentos más demandados en Emergencia; la Dipirona desapareció, el Profenid en pastilla casi siempre lo tienen que traer los mismos pacientes, porque aquí tenemos es intramuscular”, comentó el médico de Guaiparo consultado.

Aunado a la ausencia de fármacos, está también el hecho de que en el hospital Raúl Leoni está funcionando solo una parte del centro, pues la otra se mantiene cerrada.

En ese sentido, hay al menos 40 o 50 camas que hacen falta para atender la cantidad de pacientes que llegan a diario; por tal razón, al ingresar a la Emergencia se evidencia el colapso de sus instalaciones, no tienen ni diván para el descanso de los familiares.

“Definitivamente, la infraestructura está fallando, no hay espacio suficiente para tantas personas que ingresan acá, eso sí hay que mejorarlo de manera urgente. Tú puedes observar al menos 90 personas acostadas en Emergencia”, recalcó el entrevistado.

Otras de las zonas que deberían dar prioridad en atención, según las declaraciones del médico residente, son los quirófanos. Actualmente cuentan con tres de los nueve que tienen.

Igual que en Uyapar, Guaiparo tiene inconvenientes con los laboratorios por falta de reactivos; según el galeno, esta situación ya tiene tiempo y aún no ha sido atendida.

Fuga de médicos

El grave problema de insalubridad, las precarias condiciones en la infraestructura de los hospitales, falta de insumos y bajos sueldos, ha impulsado el éxodo de los médicos a destinos internacionales, buscando mejores condiciones sociales y económicas. Los entrevistados en este especial coincidieron en lo siguiente: “Quisiéramos trabajar como nos formaron, pero no tenemos las condiciones para ejercer nuestra profesión como se debe”.