No se debe confundir la acromegalia con gigantismo

No se debe confundir la acromegalia con gigantismo

Acromegalia

La acromegalia es una enfermedad endocrina ocasionada por el exceso de hormona del crecimiento, lo que ocasiona un agrandamiento gradual de los tejidos corporales, incluyendo los huesos de la cara, las manos, los pies y el cráneo. La endocrinóloga Elvia Cuauro, aclaró que cuando el agrandamiento desproporcionado se produce antes del cierre de la epífisis ósea,  el síndrome resultante se denomina gigantismo.

A diferencia de la acromegalia, que se manifiesta una vez que ha concluido el proceso de desarrollo del individuo, el gigantismo es causado por la producción excesiva de hormona del crecimiento desde la niñez, y su característica clínica principal es la aceleración del desarrollo longitudinal, llegando algunos de estos individuos a alcanzar estaturas descomunales.





“Es importante resaltar que la acromegalia no es igual a gigantismo,  ya que se muestran de distinta manera. Este último se manifiesta antes de la pubertad, cuando todavía no ha concluido el proceso de crecimiento. La acromegalia en cambio somatiza cuando ya se completó el desarrollo, en la juventud o adultez”, recalcó la Dra. Cuauro.

En vista de que es una enfermedad rara, la incidencia es baja. A escala global se calcula que la prevalencia es de 6 a 7 casos por millón de habitantes, mayormente en hombres y mujeres con edades comprendidas entre 20 y 40 años. Muchos de estos pacientes tienen comorbilidades como diabetes e hipertensión arterial.

La especialista en endocrinología, puntualizó que la causa de la acromegalia es el desarrollo de un tumor benigno en la hipófisis, una glándula que se encuentra en la base del cráneo, en una estructura ósea denominada Silla Turca. Dependiendo del tamaño de la tumoración, el abordaje de la patología puede ser quirúrgico, farmacológico y  si el paciente lo amerita, se puede tratar con radioterapia.

Los análogos de la somatostatina son el tratamiento farmacológico por excelencia para inhibir la liberación de hormona de crecimiento. Dicha medicación se administra por vía subcutánea y con inyecciones intramusculares de liberación prolongada, mejorando la sintomatología del paciente y su calidad de vida. También hay bloqueadores de los receptores de  hormona de crecimiento, que ayudan a mejorar los síntomas de la acromegalia.

Para finalizar, la galena enfatizó la importancia del diagnóstico temprano, mientras el tamaño del tumor sea menor a un centímetro, lo que se conoce como microadenoma. En esos casos las cirugías ofrecen un porcentaje de curación que puede estar entre 80% y 90%; mientras que cuando se detecta tardíamente, el porcentaje de éxito quirúrgico apenas alcanza 40%.