Ya es hora de que el pueblo venezolano se arreche y cambie de una vez por todas a este socialismo sádico e inmoral que lo único bueno que ha hecho es crear una nueva casta de ricos, llamados los boliburgueses del siglo XXI.
El pueblo en general ha sido muy pendejo, los pusieron a hacer colas y van como corderitos a comprar alimentos sin decirle sus cuatro verdades en la cola al hambreador de Maduro y a sus acólitos. Humillar a los ciudadanos a tal punto de arrastrarse por comida habla muy mal de un gobierno y de sus seguidores, nunca antes en la historia republicana de Venezuela un presidente había humillado tanto a una nación solo por su capricho revolucionario.
Les cerraron los negocios, les quitaron los dólares al pueblo, no generan alimentos, dejan que maten al pueblo, la corrupción es galopante, los enchufados cada día son más ricos, le entregaron el petróleo a los Chinos, dejaron que los cubanos nos chulearan y todavía tienen valor de levantar la voz lo mismísimos inmorales, estos que saquearon al país cuando el pueblo se arreche tendrán que irse en un cohete a la luna.
Que lastima da ver a un chavista decir yo soy revolucionario y valiente, cuando Maduro lo tiene comiendo excremento y no dicen nada, solo se la comen disfrutándola y repartiéndola entre familia. ¿Quién puede decir que es un tigre con un sector de la población, si se comporta como una oveja con el otro sector que él sigue y que lo tiene en la miseria porque le conviene tenerlo en la pobreza? Eso no es ser valiente es eso es ser pendejo.
Si Bolívar estuviera vivo les aseguro que ya hubiese fusilado a Nicolás Maduro. A Chávez se lo llevo el padre de la patria porque estaba arrecho de que lo profanaran día y noche. Ya el descontento está cerca, esos conatos de saqueos y quema de alcaldías chavistas están indicando el fin de los días del oficialismo en el poder.
Hay que sacar coraje cívico para terminar esta carrera de obstáculo que lleva 16 años. El mostrar molestia no es manifestar violencia, es exigir sus derechos y los cambios trascendentales que hacen falta para llevar a un puerto seguro a Venezuela y los venezolanos.
Ya está bueno de un socialismo hambreador que tiene cifras negativas, en los económico, político y social. Somos el sueldo mínimo más bajo de la región, tenemos los más altos índices de inseguridad en la región, somos el país de mayor riesgo para invertir, somos unos de los países más corruptos del continente y vamos vía a una hambruna, gracias a los colaboradores del socialismo.
El verbo que debemos conjugar en los próximos días es: yo me arrecho, tú te arrechas, él se arrecha, todos nos arrechamos para salir de esta pesadilla que nos lleva a la ruina como país y deja sin futuro a una bella juventud que no tiene culpa de los errores políticos.