Para el común de los ciudadanos la crisis económica es su principal preocupación, seguida muy de cerca por la inseguridad reinante en las calles del país. Los líderes políticos, en especial aquellos que ostentan responsabilidades institucionales no pueden perder el foco, desviando la atención a temas menos apremiantes.
Hemos observado desde el gobierno, la intención de resucitar la polarización política, de manera que la opinión pública deje a un lado la agenda económica y centre la discusión en el tema de las imágenes, cuadros y la figura de un líder fallecido, al que gran parte de los venezolanos considera un valor. Por su puesto para los responsables de la crisis es preferible que la discusión se concentre en temas que dividan y generen crispación.
Lamentablemente muchos factores dentro de la Unidad están cayendo en la diatriba politiquera, facilitándole el juego al gobierno, al realizar acciones que alimentan la conflictividad en temas que nos separan. La agenda que hizo a los venezolanos confiar en nosotros, fue la social y económica, ya que todos, sin distinciones estamos padeciendo las consecuencias de la crisis.
Venezuela espera que se entable un dialogo sincero en busca de soluciones factibles para la debacle económica que vivimos, que los poderes públicos en lugar de enfrascarse en una lucha para anular la voluntad expresada por el pueblo el 6-D, se dispongan a tratar de llegar a acuerdos que devenguen en soluciones a los problemas económicos.
Estamos a la expectativa de que el gobierno entregue a la Asamblea Nacional unas medidas de emergencia económica que espera sean respaldadas, incluso desde antes de que se conozca su contenido. El hecho de que el gobierno reconozca la situación de emergencia ya es un avance, pero debe estar dispuesto a sostener un debate sano y democrático sobre cuáles son las medidas idóneas para retomar la senda del desarrollo económico y humano, no puede esperar el presidente que se le dé un cheque en blanco al causante de la crisis.
Esperamos que las soluciones que plantea en esta oportunidad el gobierno, no sean repetir las políticas que causaron la crisis, demostrarían una desconexión absoluta con la realidad venezolana y con el clamor del pueblo expresado en las urnas. En todo caso será en el seno del parlamento, donde se realice un debate que esperamos sea de altura y con miras a llegar a acuerdos para generar soluciones. Es hora de entender cuáles son las prioridades de los venezolanos.