Leonardo Fernández: ¡Libertad Pidió!

Leonardo Fernández: ¡Libertad Pidió!

¡Libertad Pidió!

Desde hace 206 años el pueblo de Venezuela viene luchando por uno de sus valores más arraigado; la libertad. Por ella murieron nuestros padres fundadores y cientos de jóvenes que lucharon contra las más férreas dictaduras. La manifestación de este sábado demuestra que la voluntad de los ciudadanos para defender este principio sigue intacta.

La contundente victoria alcanzada el pasado 6 de diciembre por las fuerzas democráticas se debe en gran parte al rechazo a las políticas económicas del gobierno, pero los venezolanos también mostraron simpatía por una de las promesas clave en la campaña de la MUD: “LA Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional”.





La prisión injusta que padecen políticos emblemáticos como Manuel Rosales, Leopoldo López o Antonio Ledezma, no solo es un acto de arbitrariedad contra estos ciudadanos en específico, cuyo delito es opinar diferente al gobierno, sino que es un instrumento de amedrentamiento para toda una sociedad, que vive bajo la amenaza de sufrir el mismo destino si se atreve a pensar diferente.

La lucha por la libertad de los presos políticos no es solo para la defensa de los derechos individuales de estos probados líderes, sino una batalla por el disfrute pleno de las garantías democráticas para 30 millones de venezolanos, que no pueden permanecer a merced de un poder judicial utilizado como un arma política de esta tiranía decadente. Por esta razón la gran mayoría de los venezolanos se expresó en favor de la libertad para los presos políticos durante las pasadas elecciones y este sábado cuando el pueblo de Caracas colmó una de sus más emblemáticas avenidas con decenas de miles de personas.

El verdadero liderazgo no se puede extinguir por la fuerza, ni tras las rejas, estos valientes hombres que han trabajado para que Venezuela avance hacia la modernidad, prosperidad y democracia, son hoy más apreciados por los ciudadanos que les dieron su apoyo. Todas las encuestas muestran la consolidación de estos presos de conciencia como auténticos líderes de la lucha democrática y más allá de las mediciones, al caminar una barriada marabina se puede palpar el respaldo irrestricto a Rosales, por poner un ejemplo.

La justicia según la definición de John Rawls, es dar a cada quien lo que merece. Más temprano que tarde las circunstancias serán propicias para recompensar el sacrificio de estos valientes y castigar la arbitrariedad de otros. Hoy se mantiene en plena vigencia esa letra que reza: “El pobre en su choza libertad pidió”.