Hombre muere tras una semana de agonía por falta de unidad de quemados en Ciudad Guayana

Hombre muere tras una semana de agonía por falta de unidad de quemados en Ciudad Guayana

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Argimiro Pinto Navarro, de 50 años, había sufrido quemaduras en segundo y tercer grado en 90 por ciento de su cuerpo. Resultó herido tras una explosión causada por una fuga de gas ocurrida en un local ubicado al lado de su casa, en la UD-145 en San Félix, publica Correo del Caroní.





Por ello estaba recluido desde el 9 de abril en el hospital Dr. Raúl Leoni en Guaiparo, San Félix, hasta este domingo, cuando por falta de una unidad de quemados, y ante la imposibilidad de trasladarlo hasta un centro cercano, falleció.

Trascendió que primero lo trasladarían a la Unidad de Quemados del Hospital Ruíz y Páez, en Ciudad Bolívar, pero al no poderse hicieron los trámites para llevarlo hasta Maracaibo, estado Zulia para tratar sus heridas en un centro homólogo ante la falta de espacios públicos para tratar este tipo de lesiones.

Pero su familia nunca contó con el traslado, ni con el apoyo de instituciones estatales para movilizarlo.

Es este otro de los rostros de la crisis de salud en Venezuela, una realidad de la que Guayana no está exenta.

Los ejemplos sobran en la Ciudad Guayana que fue ejemplo de desarrollo. Ejemplos como la antesala a la entrada principal del Hospital Uyapar: una especie de muro de lamentos del siglo XXI, donde los familiares, resignados ante la crisis del sistema de salud pública del país, exigen sin mucho ánimo las inversiones necesarias al sistema. Dicho de otra forma: que haya insumos, medicamentos, instalaciones de calidad y médicos capacitados.

Los dos grandes hospitales de Ciudad Guayana (Dr. Raúl Leoni, en San Félix, y Uyapar, en Puerto Ordaz) suman 650 camas hospitalarias y nueve de cuidados intensivos. Las clínicas, por su lado, disponen de 1.200 camas y 35 cupos en terapia intensiva. Tomando en cuenta el Censo 2001, según el cual Caroní tiene una población de 706.736, Ciudad Guayana debe contar con 2.120 camas hospitalarias y 212 camas para terapia intensiva.

La realidad contrasta con los estándares internacionales. La urbe tiene 1.850 camas para hospitalización (13% de déficit) y 44 camas de cuidados intensivos (60% de déficit) en Caroní entre el sector público y privado.

Si a esto se suma la falta de unidades de quemados, se tiene un estado de precarización del sistema de salud, que atenta contra este derecho humano, y hacen que ciudadanos como Argimiro Pinto Navarro, de 50 años, mueran no por la explosión de la que afortunadamente salió con vida, sino por la ineficiencia en el manejo de las políticas de salud del Estado.