Nueva York deja a los republicanos ante el dilema de elegir entre Trump o una guerra civil

Nueva York deja a los republicanos ante el dilema de elegir entre Trump o una guerra civil

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O el candidato Trump, o guerra civil. Ése es el dilema del Partido Republicano. En las elecciones primarias de hoy en el estado de Nueva York, en las que según las encuestas dan más de un 50% del voto a Donald Trump, el empresario y estrella de ‘reality shows’ lograría un avance en el número de delegados que le apoyarán en la Convención del partido que no es suficiente para garantizar su nominación a la presidencia, pero sí lo es para impedir en la práctica que cualquiera de sus rivales pueda lograrla, publica El Mundo de España.

En el partido Demócrata se espera una victoria de Hillary Clinton, aunque por un margen menor. La clave de la ex primera dama, que reside en Nueva York y representó a ese estado en el Senado entre 2001 y 2009, es ganar por más de 10 puntos – o más de 750.000 votos- a su rival, el senador de Vermont, pero neoyorkino de nacimiento, Bernie Sanders. Hillary tiene el camino a la nominación más fácil que Trump. No solo cuenta con más delegados, sino que, a día de hoy, había cosechado 2,5 millones de votos más que Sanders, y en su campaña confiaban en que Nueva York ampliara esa ventaja a, al menos, 3 millones. Pero, al igual que Trump, todo parece indicar que tendrá que esperar hasta el último día de las primarias, el 7 de julio, para ‘coronarse’ como candidata.





Las cosas son muchísimo más complicadas en el Partido Republicano. Los sondeos auguran a Trump una ganancia de entre 65 y 85 delegados, que así se situaría en torno a los 840. Eso significa que todavía le quedarían cerca de 400 para alcanzar matemáticamente la nominación, que requiere 1.237 delegados.

Pero también tiene otro significado: después de las primarias de hoy, es casi imposible que Ted Cruz, el ‘número dos’ republicano, pueda conseguir los delegados necesarios, ya que necesitaría conseguir el 89,4% de los que van a ser elegidos en lo que queda de primarias. La clave es que John Kasich, que sigue en campaña, en un alarde de deportividad, porque solo ha ganado un estado, y Marco Rubio- que dejó la campaña pero no ha dado libertad a sus representantes para que se sumen a otros candidatos-tienen más de 300 delegados. El problema es que es también muy difícil-aunque no imposible-que Trump pueda, de aquí al final de las primarias, lograr sumar delegados hasta los 1.237.

“Una segunda votación en la Convención”

Así que, o candidato Trump, o guerra civil. El republicano con más poder del partido, el presidente del Senado, Mitch McConnell, dio hoy su opinión: guerra civil. “Soy crecientemente optimista acerca de que haya una segunda votación en la Convención”. Una segunda votación se produce cuando ningún candidato no logra el número de delegados necesario para ser nominado a la presidencia. A medida que se van produciendo votaciones, un número creciente de candidatos va quedando liberado de sus compromisos y pueden votar a quien quieran. Si ése es el caso, la Convención Republicana va a tener toda la animación de un encierro de Sanfermines, pero sin alcohol. La última vez que sucedió una situación similar fue en 1976, entre Gerald Ford y Ronald Reagan. Y, como en todos buenos Sanfermines, también volaron las bofetadas.