Franklin Emmanuel Piccone: Vivir en Venezuela hoy es descender al Tártaro

Franklin Emmanuel Piccone: Vivir en Venezuela hoy es descender al Tártaro

thumbnailcolaboradores-190x1301El salario promedio del venezolano está por debajo de los 40$ (un poco más de 2 salarios mínimos) para hacerle frente a una Canasta Alimentaria calculada en 142.853,20 bolívares (casi 10 salarios mínimos), para tan solo comer. Esta situación se agrava más si se incluye otros productos y gastos por concepto de transporte, higiene, limpieza, salud y vestido, entre otros, deducidos en la Canasta Básica Familiar cuyo valor alcanzó la cifra descomunal de 203.943,95 (cerca de 14 salarios mínimos). A esta infausta calidad de vida se le suma la delincuencia, la escasez, la inflación y la mala calidad de los servicios. En pocas palabras, vivir en Venezuela hoy es descender al Tártaro.

No hay que ser estadista para saber que en estas circunstancias la desnutrición y la pobreza tiene en la actualidad cifras siderales. Este país sufre una crisis humanitaria que no puede disfrazarse con discursos demagógicos y populistas. La desesperación de la población se ve en las calles colmadas de centenares de personas buscando comida por doquier. Una verdadera tristeza presenciar a lo que nos han llevados estos saqueadores.

Visto así las cosas, no debe haber margen para la duda que el país necesita salir de esta desgracia cuanto antes. ¿Y si el Referendo no cumple ese cometido? ¿Qué es lo que sigue? Ciertamente, hay que apoyar el Referendo como una vía que posibilite la salida del desgobierno. El MAS hizo público el apoyo a este dispositivo constitucional no siendo parte de la MUD y es importante que tanto personalidades como otras organizaciones políticas (verbigracia: Bandera Roja, PSL, La Causa R, Copei, etc.) se incorporen a respaldar la urgente salida de esta nefasta presidencia.





El país entero está esperanzado en el mecanismo constitucional. De fallar esta posibilidad democrática y pacífica se abren las puertas para que un golpe de Estado cobre terreno en sectores importantes de la población. Por ello es vital que en el seno de la oposición se conforme un equipo de estrategas que visualice los panoramas a vencer, que establezca qué hacer si no se cumplen los objetivos establecidos, a fin de no defraudar a los ciudadanos. Del mismo modo, un equipo económico a objeto de presentar al país una agenda de acciones económicas apremiantes que permitan poder paliar la crisis. Así como también un grupo de personalidades (ex rectores de las principales universidades del país por ejemplo) que sirva de puente y diálogo entre todos los sectores disidentes del actual gobierno.

Le diría a María Alejandra (Coco), como a cualquier venezolano o venezolana que el país no termina si no se alcanzan las metas planteadas. Se trazaran otras estrategias seguramente para cada momento hasta alcanzar el fin sin importar cuánto tiempo o cuánta energía nos cueste. De modo pues que no hay espacio para la desesperanza. Un país unido sencillamente es indetenible.