Gandoleros de brazos cruzados en La Guaira esperando por una carga en el desolado puerto

Gandoleros de brazos cruzados en La Guaira esperando por una carga en el desolado puerto

Foto archivo
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Por lo menos 20 vehículos se mantenían estacionados en la vía principal de Mare Abajo adyacente al Puerto de La Guaira. Pasada las tres de la tarde de ayer, los choferes no habían recibido el llamado de algún cliente que les permitiera movilizar la carga del día.

La Verdad de Vargas

Por lo general muchos terminan la semana sin haber hecho nada e inclusive se ven en la obligación de pedir prestado para llevar algo en el bolsillo. “Vivo en Turmero y me aventuré con este trabajo porque no tenía otra opción. Creo que lo hice en el peor momento porque hay semanas que debo pedir prestado hasta ocho mil bolívares a un compañero para llevar algo a la casa”, expresó Carlos Bueno, chofer.





Bueno, quien se protegía con un cartón para ampliar el espacio de sombra, continuaba montado en el camión. “Comiendo mal y viendo como este Puerto está desolado. No está llegando carga suficiente, solo línea blanca. Los choferes que logran montar un contenedor del Gobierno cobran solo 20 mil bolívares. Muchos deben esperar hasta tres días porque no lo descargan hasta que no se hace el operativo de entrega de estos equipos”.

Con el cobro de los fletes hay una competencia desleal porque hasta Caracas debería cobrarse por lo menos 40 mil bolívares. “Se aplica el regateo y al final hay quienes lo hacen hasta por menos de 20 mil porque tienen necesidad y los gestores juegan con eso”, expresó Leonardo Cedeño, otro de los choferes que se mantenía en el lugar.

Martín Toledo comentó que “no hay vida, esto está solo y así es todos los días. De vez en cuando sale un viajecito a la semana y a duras penas. La semana pasada no hice nada. Aquí acabaron con todo porque no hay trabajo”.

Mencionó Toledo que desde hace tres años está en el oficio pero que desde enero de este año la situación se puso más ruda. “No hay para la comida y menos para los repuestos por lo que estamos a la buena de Dios”.