Marcos Hernández López: ¡Venezuela transita hacia la ingobernabilidad!

Marcos Hernández López: ¡Venezuela transita hacia la ingobernabilidad!

Análisis integral / Junio 2016 / Contexto Venezuela / De la crisis económica, política y social según su opinión. ¿Quién sería el responsable…? Espontánea

hercon

La ingobernabilidad, se considera como la desobediencia civil al orden establecido. En muchos de los gobiernos del mundo se han dado gestiones gubernamentales que no responden a la voluntad popular y esto ha hecho que la mayoría de las personas al no estar identificado con ese gobierno, no haga suyas las líneas y ejecutorias del poder, legalmente establecido o no.  Es decir, la ingobernabilidad es un momento de emergencia política producido por  el descontento social, el concepto que en su esencia tiene analogía con nuestra realidad nacional.





Para centrarnos en el análisis debemos empezar por reconocer, la soberbia de altos líderes de la revolución bolivariana, apuntalado con una dosis de deshonestidad y su estilo desafiante. Pero, también deberíamos hacernos una serie de preguntas ante un gobierno que no quiere dar un paso a atrás, ¿Cuánto cuesta la paz?, ¿Cuánto cuesta la reconstrucción emocional de un país?, ¿Cuánto cuesta construir una verdadera Democracia? … ¿Cuánto? Obviamente, la revolución quiere ciudadanos pasivos y no acepta la crítica, prefiere venezolanos sometidos a su proyecto político.

En este momento histórico, germinan todo tipo de protestas sociales, el gobierno busca controlar la opinión pública, incluso activando circunstancialmente blackout informativo que ni el twitter se salva, las fuerzas represivas del Estado están activadas en las calles, las tanquetas circulan donde existan concentraciones y detienen violentamente a los manifestantes.  Lo grave es que se confunden Estado y Gobierno, y lo que brota es la cabeza del totalitarismo en su complejidad hace que no funcionen los niveles intermedios que son los que tienen la misión para solucionar las demandas de una gran mayoría de venezolanos que exigen cambios, democracia y justicia.

Es tangible según los indicadores, la crisis continuará en lo económico, social y político, las empresas tomadas por el gobierno están abandonadas o disminuyen su capacidad de producción, generándose más escasez con inflación, crece incontroladamente la pobreza. El gobierno maneja estratégicamente y tácticamente algunos poderes del Estado para obstaculizar salidas democráticas, caso concreto CNE contra la validación de firmas para RR, no obstante, la angustia en los miles de venezolanos crece cada día. Mientras el principal objetivo gobierno es mantener el poder cueste lo que cueste.

En una primera síntesis, emerge el fantasma de la ingobernabilidad, fenómeno que arruina peligrosamente la democracia, mostrando un escenario político nacional de destrucción que se compara con la temeridad. Para la mayoría de los analistas en ciencias políticas, uno de los aspectos político que sembró la semilla de la ingobernabilidad fue lo político – electoral, la brecha en los resultados del pasado 14A / 2013 Maduro Vs Capriles, fue compleja y hasta traumático, sin embargo este evento molesto el sueño del adormecido fantasma de la ingobernabilidad en Venezuela.

Es evidente, Nicolás Maduro no es Hugo Chávez, la revolución sin su comandante tiene una bitácora desorientada para buscar salidas, es indudable que la revolución bolivariana esta entrampada en su propio laberinto y buscará cualquiera escapatoria que la pueda beneficiar así sea de momento, lo significativo es no perder el “legado del Comandante”.

El liderazgo y olfato de Chávez, lo llevo en muchos casos a manejarse estratégicamente, sabia cuando jugar posición adelantada y radicalizarse, sabía retroceder cuando había que hacerlo, llamaba al dialogo así no se diera en su futuro cercano y mostraba una postura política algo flexible, muchas veces “respetuosa” hacia la oposición y una actitud democrática, indiscutiblemente pensaba en su gobernabilidad. Para algunos chavistas, cuando Maduro asumió el poder por decisión de Chávez sabía que tenía un solo compromiso: Preservar la revolución bolivariana. Pero, Maduro confundió revolución bolivariana con una especie de continuismo al creerse en el poder la segunda versión del comandante.

En una segunda síntesis, vivimos en una Venezuela compleja por la naturalezas de sus variadas crisis, convoca a entender que estamos a pasos de la ingobernabilidad, la revolución ya no responde ni siquiera a los intereses más básicos de la población en general. En otras palabras, la revolución tiene muchas fisuras difíciles de recomponer, entre ellas ya no conecta con un 75% de los venezolanos.

Director de la consultora Hercon Consultores

Correo: hernándezhercon@gmail.com

Síguenos en Twitter: @Hercon44 / @Herconsultores