María Auxiliadora Dubuc: Hillary Clinton vs Donald Trump, la batalla apenas comienza…

María Auxiliadora Dubuc: Hillary Clinton vs Donald Trump, la batalla apenas comienza…

thumbnailMariaAuxiliadoraDubucDespués de más de un año de campaña y 4 meses de primarias, Estados Unidos llega a la recta final este próximo mes de julio, a los efectos de la designación o proclamación de los candidatos presidenciales de demócratas y republicanos, que se enfrentarán en  la contienda electoral presidencial de este próximo 8 de noviembre.

Demócratas y Republicanos han escogido en esta oportunidad dos candidatos que polarizan. Ambos con una ambición desmedida, comparten la misma generación y son elitescos. Uno de la elite empresarial y  el otro de la elite política. Ambos protestantes y de Nueva York, de modo que aunque se mueven en los mismos círculos,  son bien disímiles en cuanto a maneras de pensar, sentir y accionar pero además, con perfiles psicológicos extraños y opuestos pero convencidos que tienen la capacidad de dirigir la potencia mundial, de modo que van a la batalla, en pos de ganar la banda presidencial. En una sola oración: esta campaña se vislumbra ruda y agresiva, y en nada positiva, a mi entender.

Hillary Clinton, de 68 anos, es demócrata, una profesional a carta cabal, que lleva 4 décadas en la política. Calificada para el cargo dada su vasta experiencia, es reflexiva y centrada, identificada con el título de primera dama; con escasas habilidades retóricas, es  etiquetada por muchos como tecnócrata, conoce la letra pequeña de las leyes y los programas, pues está familiarizada con los textos normativos. Se muestra calmada en el discurso y aun bajo presión medita sus respuestas, intenta dar un tono positivo en sus mensajes, centrado en sus logros, biografía y propuestas.





Donald Trump, de 69 años, es republicano hace muy poco, novato en el oficio de la política, siempre fue un magnate inmobiliario y hasta estrella de TV de sus propios reality shows. Instintivo e indisciplinado, y hasta algo irrespetuoso, es un torbellino verbal, improvisa en sus discursos, con la verborrea impresionante que lo caracteriza, dice lo que se le ocurre, cómo y cuando quiere, pertenece al establishment económico,  con ideas que violentan dogmas de la derecha, a él no le interesa conocer la letra de la ley, eso es solo un detalle, el solo cree en la voluntad para lograr los objetivos, es racista, narcisista en extremo, experimenta la crítica como un ataque personal y pasa de una vez a la ofensiva de manera agresiva, engaña sin complejos, se contradice en el discurso, pero proyecta una imagen de fortaleza, de un hombre correcto y sincero.

Así, aun antes de comenzar formalmente la campaña electoral, cada uno desde ya  ha contratado y reservado espacios publicitarios importantes en distintos medios, a todo lo largo y ancho del país. Entre las propuestas de Hillary Clinton está la de otorgar una ciudadanía igualitaria, ampliando la regularización de inmigrantes sin papeles y una reforma migratoria con el fin de detener las deportaciones. Ofrece además continuidad en el programa OBAMACARE, promete reescribir el código fiscal para premiar el trabajo y las inversiones en Estados Unidos, defiende la política multilateral y el libre comercio, propone la restricción del uso de armas a terroristas y llama a la unidad nacional.

Donald Trump, por el contrario, propone construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México de más de 1600 km y deportar más de 11 millones de personas indocumentadas. Además, propone un cambio constitucional para que los niños nacidos en Estados Unidos no obtengan la nacionalidad, si sus padres no están legales. Derogar la reforma sanitaria de OBAMA, propone rebajar los impuestos a los ciudadanos y fija un tope impositivo a las empresas. No cree en viejas alianzas con Europa y Asia. Propone y dibuja además en escena un país triunfador y ganador y ofrece mano dura contra musulmanes e inmigrantes, prohibiendo su ingreso a los Estados Unidos.

Hillary Clinton se muestra como una candidata experimentada en política exterior, pero cegada ante lo políticamente correcto, todo lo cual la debilita frente al oponente, sin embargo, con muchas opciones de vencer dada la buena marcha de la política económica de Obama, quien logro sacar al país exitosamente de la recesión y generó miles de empleos.

Donald Trump es retador, ataca a todo el mundo en la política estadounidense con frases despreciativas y discriminatorias. Tiene un mensaje obviamente populista y se exhibe como un político exultante y feliz de restregar supuestas “verdades” en las narices de sus rivales y críticos. Sin embargo, con su discurso emocional y apelando a los instintos del pueblo, ha ganado adeptos porque no censura el sistema político, ni a las instituciones como tales, sino a los políticos y su forma de actuar y gerenciar, en general.

A decir verdad Donald Trump, se muestra con una propuesta de cambio radical para Estados Unidos, algo atemorizante por sus postulados racistas y discriminatorios, pero al final la verdad es que mucha gente lo ve como una persona exitosa en lo económico y que ese éxito podría generar progreso y riqueza al país. Así Trump egocentrista al fin, ha centrado todo el debate político en el,  autentico o no, todo gira en torno a él, con sus ideas grotescas y sus ocurrencias, logra llamar la atención de los medios de comunicación y  con ello logra su objetivo: publicidad. 

 

Hiilary Clinton más pausada, es la candidata de la continuidad y de la experiencia pero además es la candidata de la novedad porque pasaría a ser la primera mujer presidente de los Estados Unidos, su campaña se centra en dejar claramente establecidas las diferencias entre ella y Trump.

En manos de los ciudadanos norteamericanos esta la decisión, ya falta menos. Los americanos y el mundo entero están preparándose para ver una campaña que no luce nada sutil ni mucho menos de altura dado el perfil de los candidatos. Lo que deben tomar en cuenta los ciudadanos a la hora de evaluar por quién votar, es si vale o merece la pena, arriesgarse por el cambio y votar para romper con la clase política que ha permanecido hasta ahora; experimentando con un candidato que no tiene la práctica política para manejar el país. En el entendido que el país pasaría a gerenciarse como una empresa, con sus altos y bajos y así la forma de hacer política en Estados Unidos cambiaria para siempre, todo lo que a mi humilde entender no luce será para bien. O si por el contrario prefieren llevar la fiesta en paz, dándole la oportunidad a la continuidad de una gestión que ha traído progreso y bienestar a los ciudadanos, que haciendo el balance a la fecha ha resultado exitosa para los americanos y continuar siendo el país generoso ejemplo y símbolo de libertad para el mundo.

A prepararse… porque la batalla apenas comienza….

MARIA AUXILIADORA DUBUC

@mauxi1