El Gobierno holandés ofreció breve tiempo una extensa actualización a la Cámara de Diputados del Parlamento holandés sobre el reciente acuerdo entre Aruba y la empresa estadounidense CITGO, propiedad 100% de Pdvsa, para volver a abrir y operar la refinería de San Nicolás, según reseña The Daily Herald (en inglés)
El Ministro holandés del Interior y de Relaciones del Reino de Holanda, Ronald Plasterk, hizo esa promesa durante un debate con el Comité Permanente de Relaciones del Reino de la Cámara de Diputados el jueves por la insistencia del Pechtold y su colega André Bosman del partido liberal democrático VVD cuestionaron el acuerdo entre el Gobierno de Aruba y CITGO firmado en Caracas a principios de este mes.
Con base al acuerdo, CITGO tendría que invertir cerca de US $ 400 millones a US $ 600 millones para modernizar la refinería de Aruba en virtud de un contrato de arrendamiento de 25 años. El complejo de Aruba podría estar en funcionamiento de nuevo dentro de un año y medio a dos años, según ha dicho CITGO.
Venezuela también está considerando la construcción de un gasoducto desde la península de Paraguaná hacia el norte hasta la refinería de Aruba. La ejecución del gasoducto haría que la refinería más amigable con el medio ambiente. La construcción del gasoducto es un asunto costoso por lo que sus financiamiento tendría que estar asegurado.
Tanto Pechtold como Bosman hicieron referencia a la muy inestable situación en la vecina Venezuela. “El país está al borde de una guerra civil“, dijo Pechtold, que se preguntaba cómo eso afectaría la reapertura de la refinería de Aruba, las inversiones asociadas y los planes para construir el gasoducto.
“Por supuesto, la reapertura de la refinería sería un gran impulso para la refinería de Aruba, pero también conlleva riesgos ambientales. Además, existen dudas sobre si esto es financieramente sólido“, dijo Pechtold, que cuestionó la estabilidad financiera-económica de Venezuela. “¿Quién va a pagar por el gasoducto? Además no se sabe con certeza si esa instalación tendrá gas en el futuro para funcionar“, dijo Pechtold.
Bosman también preguntó sobre el costo de la tubería. “La construcción de un gasoducto es un asunto costoso, y yo ni siquiera estoy hablando del mantenimiento.¿Y todo eso para una refinería de ineficiente? Estoy muy preocupado si este proyecto es económicamente viable. De cara al futuro, veo un agujero de varios miles de millones. ¿Quién va a pagar por eso? Desde luego, no será contribuyente holandés“, dijo Bosman.
Al responder a las preocupaciones y preguntas planteadas, ministro Plasterk hizo hincapié en que la refinería era ante todo un asunto autónomo de Aruba. (Aruba es un país autónomo insular perteneciente al Reino de los Países Bajos). Esto también cuenta para los aspectos financieros de la reapertura de la refinería. Dijo que en lo que él sabía es que el acuerdo no ha sido completamente terminado y que las finanzas para el gasoducto proyectado y las consecuencias para el medio ambiente no estaban claras por el momento.
Pechtold y Bosman expresaron grandes preocupaciones sobre el proyecto. “Es un poco turbio. Simplemente hay demasiadas cosas que no están claras. Quiero saber si existe un acuerdo o no, y yo quiero saber los detalles de este acuerdo“, dijo Bosman.
“Esto me está poniendo un poco nervioso“, dijo Pechtold, que preguntó a Plasterk si estaba dispuesto a mirar por encima del hombro de Aruba en sus tratos con este asunto tan complejo. “El contrato consiste en un extenso documento de unas 2.000 páginas”
“Un enfoque proactivo en este sentido desde el lado de los Países Bajos sería muy conveniente, debido a la complejidad jurídica y geo-política del proyecto, de lo contrario sería demasiado grande para que Aruba lo maneje por sí mismo” dijo Pechtold. “Quiero evitar que dentro de dos o tres años tengamos que decir que debimos haber mantenido un mejor control“.
Plasterk prometió que iba a discutir la petición de asistencia experta voluntaria de Pechtold con el Gobierno de Aruba. También se comprometió a redactar un informe a la Cámara de Diputados antes del receso de verano con la información que había en relación con el acuerdo de CITGO.
Pechtold presionó a Plasterk sobre ese informe, pidió que el documento contenga una especie de “exploración rápida”, no sólo con información sobre el acuerdo, sino también qué consecuencias de la situación en Venezuela podría tener en la refinería de Aruba. “Quiero ser informado ampliamente, porque no estoy nada cómodo en esta materia“