Pedro Vicente Castro Guillen: Las expectativas del país

Pedro Vicente Castro Guillen: Las expectativas del país

thumbnailpedrocastroNo importa lo duro que lo estamos pasando los venezolanos en estos momentos, lo verdaderamente dramático son las expectativas que el país tiene sobre el próximo futuro, con una crisis que se recrudece cada día frente a la inacción del régimen más preocupado porque le crean su delirio sobre la guerra económica, que ponerse a trabajar para frenar la situación escandalosamente grave que vivimos y que todos creemos que será peor al día siguiente.

La situación de hiperinflación licua sin piedad los salarios e ingresos fijos de las familias y junto con la escasez crean la dupla perfecta que ha hundido el país en la más espantosa miseria. La estimación de inflación del FMI para el 2016 de 700%, es muy probable que se quede corta frente a la debacle de la economía. La destrucción de la industria petrolera, que constituye nuestro único ingreso cierto coloca al país en una situación sin salida frente a las ingentes necesidades para el pago de una deuda que supera los US$180.000 millones. Con lo que la formación de expectativas sobre nuestro inmediato futuro son negras y sin una solución creíble y confiable mientras el país esté en manos de Nicolás Maduro.

Entre el 82% y el 92%, cree que la situación económica es mala, mientras más del 80% de los venezolanos cree que la situación se hará peor, más del 80% de la población cree que el actual equipo dirigente es incapaz de manejar la situación, por la sencilla razón de que son los responsables directos de este desastre, que ha colocado a la mayoría de la gente a hacer colas para conseguir poco o nada de los productos básicos a precios accesibles. Mientras en los hospitales y clínicas se vive una situación de verdadero exterminio por la escasez de todo lo fundamental para atender la salud.





Es por ello que la expectativa sobre el Referendo Revocatorio ha venido creciendo de manera acelerada, porque es el único mecanismo que permite salir este mismo año de Nicolás Maduro y de la cúpula oficialista que mantiene secuestrado el país. Que sostienen la negativa criminal de negar la emergencia en alimentos y medicinas, que permitiría que se produzca la ayuda humanitaria que ha sido ofrecida por la comunidad internacional y por algunas Instituciones que como Caritas ofreció asistencia con medicinas e insumos médicos.

La expectativa es que la crisis se agravará porque no hay importaciones de alimentos, medicinas, materias primas y otros productos básicos, mientras la producción la producción nacional está en una condición agónica, la inflación seguirá su ascenso vertiginoso, mientras el gobierno sólo tratará de ocultar la crisis ahogando las protestas con represión. Sin embargo, las protestas cada vez más cercanas a levantamientos masivos que han afectados importantes ciudades del país y sitios emblemáticos de la capital y la presión de la gente que quiere votar le hará imposible al régimen detener el revocatorio para este 2016, a menos que quiera jugar a la ruleta rusa de un estallidos social que los expulse violentamente del poder. El régimen le toca escoger entre una solución pacífica, constitucional, democrática y electoral o las salidas a las que conduce la desesperación.

Pedro Vicente Castro Guillen           

@pedrovcastrog