El gobierno de Nicolás Maduro ha iniciado en la fase terminal de su gestión, una ola represiva contra la dirigencia de la Unidad a nivel nacional, cada vez con más ensañamiento y sin razón de ser, violando los derechos humanos y políticos de quienes hoy son víctimas de la intolerancia, del odio y de la crueldad de quienes se niegan a aceptar que este modelo fracasó y que es el pueblo en su conjunto quien clama justicia.
Las mazmorras del SEBIN, son usadas para encarcelar a un pueblo, a estudiantes y dirigentes políticos que no han cometido delito alguno, y que sólo han puesto en práctica un derecho constitucional como es la libertad de expresión, para exigir derechos hoy vulnerados por el gobierno de Nicolás Maduro.
El régimen utiliza la prisión para amedrentar a un pueblo para que detenga su lucha por el cambio, hoy requisito indispensable de subsistencia política y social. A través de la siembra de expedientes, de falsos juicios, a través de conchitas de mango elaboradas desde los laboratorios del SEBIN, realizan citaciones inconsistentes jurídica y legalmente, todo esto para causar pánico en la gente.
Sin embargo, nuestro pueblo no tiene miedo, y es tanto lo que nos han quitado, que a estas alturas, lo que sobra es coraje, ganas y fuerzas para salir por la vía constitucional y pacífica de esta calamidad histórica llamada revolución. Así que Nicolás Maduro, como lo hemos dicho en muchas oportunidades, tendrá que disponer de muchas cárceles, porque esto no es un tema de la unidad democrática, sino un tema de país, donde estamos involucrados todos los que sentimos y padecemos por los desmanes de un gobierno asesino que nos quiere exterminar.
Aquí no hay pensamiento único, ni nos hacemos cómplices en la adoración de falsos mesías, aquí lo que nos une a más del 80% de la población venezolana es que atravesamos la peor crisis jamás vivida en nuestro país, y que debemos salir de ella a como de lugar. No obstante, esas ganas y deber moral, están por encima de cualquier temor a represalia del régimen.
Esta es una lucha del bien contra el mal, y por eso desde Acción Democrática junto a la unidad, trabajamos de manera incansable para que este año se celebre en Venezuela, el Referéndum Revocatorio al gobierno de Maduro, porque aparte de aberrado, corrupto e inmoral, condenó a un pueblo a la mendicidad y eso no sólo es traición a la patria, sino un delito de lesa humanidad.
Frente a la represión de Maduro y sus jerarcas, tenemos que ir con más fuerzas, porque ellos actúan con violencia y amedrentamiento porque saben que están perdidos y no tienen aceptación popular. Así que no desmayemos, cada día está más cerca el cambio en Venezuela, y eso es una realidad.
Andrés Eloy Camejo
Diputado a la Asamblea Nacional
Acción Democrática
@AndresECE