Del controlado Trump, por Luis Barragán

Del controlado Trump, por Luis Barragán

thumbnailluisbarraganQuienes no somos expertos en la materia, corremos el riesgo de equivocarnos, pero – en ésta o cualesquiera otras – hay que asumirlo, pues, tratamos del destino compartido. Más como columnistas que dirigentes políticos, también recibimos  un número de correos – modesto, por cierto – solicitando nuestra opinión sobre el reciente y consabido triunfo de Trump. Y, al respecto,  por lo pronto, deseamos esbozar tres básicos planteamientos.

De un lado, necesario destacarlo, por obvio que parezca,  importa subrayar la puntual celebración y, no redundamos, la celebración misma de libres comicios que, cierto, no exhibió mejores alternativas, pero rápidamente contrasta con países como el nuestro. Por muy constitucional que sea la realización de un referéndum revocatorio, hay que pelearlo y, sin embargo, no se realiza, aunque – aún en medio de sendas guerras, declaradas o no  – hay elecciones en el norte continental.

Del otro,  quedan pocos espacios en Venezuela para una discusión actualizada, profunda y convincente del fenómeno Trump, sobresaliendo los ya contados especialistas que nos orientan, inadvertido el retroceso que experimentamos en el análisis de un asunto de una complejidad tal que no debemos despachar con las simplicidades en boga. Por ejemplo, si de sectores (neo) conservadores, viejos y nuevos, se trata nos preocupa que, por lo menos, estemos o no de acuerdo, Nixon y Reagan desempeñaron responsabilidades públicas previas, mas del ahora presidente electo, en el caso venezolano, apenas conocemos que es, o fue, propietario de una transnacional de la belleza que, ni lo sabrá, participó del grandilocuente sentido identitario de cuño rentista que flota todavía en los rincones de la nostalgia;  u otro ejemplo, ni siquiera llega a nuestro país, una bibliografía importante, como el novísimo libro de Jesús Velasco del que tenemos noticia por las redes (https://www.youtube.com/watch?v=UnqoLhfMtRs), ya que el Fondo de Cultura Económica, de larga tradición acá, sencillamente se fue.





Luego, la referida complejidad deriva de la que es propia del sistema político estadounidense y, aunque muy pocos imaginaron a Nixon en China o en la Unión Soviética, nunca debemos descartar actos de equivalente importancia en Trump, no sólo porque – si de rifarlas se trata – habrá temeridades acertadas al lado  de otras que no lo serán,   sino por algo más cercano y palpable: no está fuera de todo control institucional, como – tamaña verdad – lo está Maduro Moros y lo estuvo Chávez Frías, por añadidura, gracias al perpetuo proceso constituyente que nos caracteriza. Valga acotar, motivo de un pequeño ensayo en curso, hay novelas de política-ficción como “Siete días de mayo” de Knebel y  Bailey, “Golpe de Estado” de  Louis Rossetto o “Conjura contra América” de Philip Roth, en los que la ucronía destaca la complejidad y eficacia de ese sistema político, a pesar de los pesares que relatan.

No sabemos aún si habrá toda una Era Trump o marcará el camino hacia otras transiciones insospechadas, mas constituye una oportunidad inmensa para régimen predominante en Venezuela, porque un radical pragmatismo de Washington pudiera apostar por su supervivencia, como un mal necesario y delimitado; o, la más pequeña torpeza, revalidar las tesis del anti-imperialismo clásico y caricaturesco con visa para un conflicto inédito.  Por no hablar de Cuba, al fin y al cabo, el marcador de nuestra política exterior.