Juan José Moreno: La difícil tarea de la MUD

Juan José Moreno: La difícil tarea de la MUD

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Acontecimientos acumulados durante los últimos meses que hacen ver a la unidad de la oposición democrática resquebrada, plantean una situación la cual debe ser revisada con suma urgencia para detener la desconfianza que se está generando en un pueblo que, como el nuestro, se aferra a su dirigencia como tabla de salvación ante la espantosa crisis en la que se encuentra envuelto el país.

Hechos concretos como las contradicciones entre algunos dirigentes en torno a la participación de la Mesa de la Unidad Democrática en el frustrado diálogo, promovido secretamente por “alguien” a quien pese a que fue expulsado del cargo que detentaba como secretario de asuntos exteriores de la MUD se mantuvo en el proceso de conversaciones designado por no se sabe quién; la presunta negociación de la libertad del ex candidato Manuel Rosales y la sospechosa aceptación del Presupuesto de la Nación por parte de dirigentes regionales de su partido; y ahora la ruptura del quórum para evitar la designación de los rectores del CNE por parte de la Asamblea, en la que “casualmente” aparecen involucrados  parlamentarios de la misma tolda política que ha venido figurando en todos estos “raros” casos, deben llamar la atención de todos los dolientes de este mecanismo de unidad de los venezolanos para responder al clamor de cambio de los venezolanos en este aciago momento.





Puede entenderse que la situación es realmente crítica, que debe ser una difícil tarea para la mayoría de la dirigencia oposicionista honesta, mantener la unidad de algo que internamente se desmorona por causa de intereses grupales y personalistas, pero que debe ser mantenida porque de ella depende el futuro de la libertad y la democracia de Venezuela. Realmente, debe resultar un reto para quienes asumen la responsabilidad de mantener esa unidad, sometida a esa intensa presión y tentación de un enemigo sin escrúpulo que no escatima en recursos para comprar y quebrantar voluntades.

Sin embargo, nos atreveríamos a considerar y proponer la posibilidad, en primer lugar, de limpiar la casa; porque comprendemos que una cosa es aceptar la diversidad de criterios, formas de entender la política y las distintas maneras de encaminar a ese gran colectivo de voluntades que es la Mesa de la Unidad hacia ese objetivo común que representa el rescate de la institucionalidad y con ello devolverle a la población su nivel de calidad de vida arrebatada, y otra las desviaciones profundas que rayan en el hecho corrupto.

En segundo término, hoy más que nunca, se plantea la necesidad de realizar un esfuerzo por la ampliación del horizonte de la MUD, no solo con la incorporación  de los distintos grupos políticos organizados sino también, de  la representación real de la sociedad civil. Es decir, se necesita contar con la participación efectiva de las agrupaciones profesionales, sindicales, estudiantiles, vecinales, empresariales, así como de las amas de casa que tienen en sus manos el pulso de lo que acontece en cada barrio o urbanización de todo el país, entre otras, en cuyo amplio universo sea escogida la auténtica representación  del pueblo venezolano en la búsqueda de soluciones a los ditintos problemas y de su propia representación ante los organismos de elección popular. Porque, señores, existe una exigencia popular que debe ser atendida y, hoy más que nunca, con urgencia; y es que “la política es algo tan serio que no debe ser dejada solo en manos de los políticos”.

Hagamos un esfuerzo, y  seamos sinceros en relación con el crucial momento que vivimos, y en la necesidad de que sea la mayoría, debidamente organizada, la que se responsabilice por su propio destino como doliente principal de este país que todos amamos, contando con el apoyo de quienes dentro de los partidos políticos conocen mejor el manejo de las instituciones del Estado.

Tenemos delante de nosotros días para meditar. No serán tan gratos como los que disfrutamos en temporadas decembrinas la mayoría de los venezolanos, antes de entrar a esta pesadilla de 18 años; pero aun sumergidos en esta crisis general, sin alimentos y mucho menos hallacas, ni aguinaldos, ni dinero, no olvidemos que tenemos un país que sufre y al que no podemos darle la espalda,  y que la difícil tarea de recatarlo no puede ser solo tarea de la MUD a la que, dicho sea de paso, debemos contribuir a que se mantenga y amplíe.

@JJMorenoA