La perseverancia es una de las características de comportamiento que separa al hombre que alcanza sus metas del que no lo hace. El empuje que tengas a la hora de perseguir tus metas es más importante que el conocimiento que poseas.
La perseverancia puede practicarse hasta alcanzarla y esa práctica se compone de cuatro pasos, que Napoleón Hill resume en su libro “Piense y Hágase Rico”:
1- Propósito: Aunque parezca simple, muchas veces las personas quieren “tener un negocio”, o “Viajar” pero no definen exactamente qué tipo de negocio o en qué país, o cuánto tiempo quieren hacerlo. La indefinición apaga el deseo de cumplirlo y te aleja de tus metas.
2- Plan: Una vez definido qué quieres, debes comenzar por el “Cómo” y se trata de hacer un plan, lo mejor posible. Una forma puede ser adoptando el modelo Canvas
3- Rechazar influencias negativas: Si crees en lo que haces, tienes ardientes deseos y ya has delineado tu plan, no permitas que nadie te aparte de tu camino
4- Buscar influencias positivas: Así cómo rechazas las influencias negativas, se hace necesario que te enfoques y busques personas que te apoyen y den ánimo. Tener un ActionCoach que ofrezca acompañamiento profesional es una de las mejores estrategias.