Judith Sukerman: ¿A qué le teme el capitán Cabello?

Judith Sukerman: ¿A qué le teme el capitán Cabello?

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Desde el pasado 26 de Enero y siguiendo órdenes del Capitán Diodado Cabello, Vicepresidente del PSUV, han sido colocados en diferentes instituciones públicas, carteles que rezan “Aquí no se habla mal de Chávez”, desconociendo que en este país la libre expresión y la divulgación de las ideas es un derecho constitucional. Aunque la verdadera razón de esa ridícula y persecutoria acción del Capitán Cabello no es coartar la libertad de expresión.

Por @judithsukerman / judithsukerman@yahoo.com





La esencia de esta orden radica en el miedo a la toma de consciencia de la población sobre quién es el verdadero culpable del desastre que vivimos; con ella se intenta impedir las crecientes -e indetenibles- críticas y reclamos masivos a la “revolución” y su padre eterno, pero evidentemente su consecuencia directa es un alarmante ataque a nuestro universal y constitucional derecho a la opinión

Diosdado advirtió a los empleados públicos, a los beneficiarios de los escasos programas sociales que están en vigencia, a los militares y a todos quienes tengan relación con el gobierno, que quienes no se sumen a esta orden, deben ser denunciados y castigados.

A través de las redes sociales, ha habido una mayoritaria y muy sana respuesta popular a esta campaña impuesta desde el poder, que limita el derecho a la palabra, pero con preocupación también hemos visto opiniones de quienes sugieren que acatemos la orden para protegernos de la represión, voces que señalan que evitemos caer en actos de provocación para conseguir que se nos atienda en la instancia pública a la que debamos concurrir, o para mantener la estabilidad de un cargo público, o la dadiva del régimen. Hacerlo convertiría la prudencia, o el miedo, en la cesión de nuestros derechos ciudadanos.

Sabemos que el gobierno es un adversario vengativo, poderoso y peligroso, pero si cedemos nuestro derecho a expresarnos, a opinar, a pensar distinto, si permitimos que el miedo nos domine, si dejamos en manos de censores a quienes les estorba la palabra libre, estaríamos permitiendo ser controlados por totalitaristas que pronto nos exigirán entregar todos nuestros otros derechos.

Quisiera preguntarle al Capitán Cabello, ¿si le resulta tan complicado respetar una simple opinión, será capaz de aceptar que quienes pensamos distinto tenemos los mismos derechos que usted?

Aquí debe poder hablarse bien o mal de Chávez, según lo que cada quien piense de él y su obra, porque todas las opiniones son válidas, sean contrarias o no a la voluntad del régimen

@judithsukerman / judithsukerman@yahoo.com