Rafael Rodríguez Mudarra: Diosdado Cabello, dueño y señor - LaPatilla.com

Rafael Rodríguez Mudarra: Diosdado Cabello, dueño y señor

 

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DIOSDADO CABELLO, personaje perteneciente a la “burocracia castrense”, sin  pasantía en la vida civil, con desconocimiento absoluto  de lo que significa la vivencia de  un Estado democrático y social de Derecho, con  ejercicio  permanente en la dirección política  del partido del actual  gobierno autoritario que detenta las riendas del poder en Venezuela, acompañado con dos flamantes dirigentes subalternos JORGE RODRÍGUEZ Y FREDDY BERNAL ; también, no menos aficionados al  deleite  de los gustos  que se derivan de la administración pública:  se las ingenia   para la  convocatoria  de una marcha, sin contenido de masa,   de  inconsistente protesta, en defensa  de unos magistrados, que usurpando funciones de otros poderes , no tienen otra consideración, cual no sea la del rechazo colectivo, tanto del pueblo venezolano  como de  otras instituciones democráticas del mundo.

El otrora expresidente de un parlamento, anodino,                                                                                                                                                                                                                                                              carente de las bases  doctrinarias  del principio   de la incompatibilidad,   a ”viva y escandalosa  voz”     llega a decir que la actual  “Asamblea Nacional, totalmente en desacato, pretende destituir  a los  Magistrados de la Sala Constitucional del TSJ”.  Lo manifiesta públicamente haciendo  abstracción, de lo que hoy es una realidad, la cual no es otra:  que los venezolanos  durante  dieciocho años de la permanencia de un gobierno de comportamiento  espurio, sin presencia civil determinante,  nos encontramos,  más que nunca  poseídos  de plena conciencia  de lo que se trama contra la independencia del poder legislativo nacional; y contra la soberanía como derecho irrenunciable, que aplaude y agradece con justeza  ciudadana  cuando la  Fiscal del Ministerio  Público ,  expresa  “que las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional, constituyen una ruptura constitucional , llamando a la reflexión  para que se tomen caminos democráticos  respetando las diferencias”; en el entendido, que no siendo la fiscala  una  abogada del ejecutivo, debe cumplir  la obligación  de: “Garantizar en los procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías constitucionales , así como los tratados, convenios   y acuerdos internacionales suscritos por la República”, la que formando parte del Consejo Moral Republicano, con independencia de otros poderes, es más que idónea para contribuir   a “Calificar  las faltas graves  que hubieren cometido los magistrados o magistradas del TSJ”.

Si la incompatibilidad de los Poderes Públicos, como se tiene entendido, constitucionalmente,  es uno de los pasos más importantes  en el desarrollo dialectico  de nuestra democracia,  es evidente   que carece   de cualidad   un Poder Judicial  subordino  a las directrices de los que los designaron ,  para  impedir que  la Asamblea Nacional, poder soberano, independiente,   que representa la opinión y la voluntad del pueblo,   pueda  examinar  los actos del gobierno , porque unos  señores de elección cuestionada , han tenido el “descarado tupé”  de negarle tal posibilidad;  por  que se impone la  arbitrariedad  de un advenedizo militar, en este caso: DIOSDADO  CABELLO,  militante excelso  de la  llamada revolución  bolivariana, quien actuando  al margen de la Constitución,   situándose en el marco de la vieja  política ,  donde las elecciones  se resolvían por la  expresa voluntad  del Presidente de la República,   disponiendo los recursos  de la nación, conjurándose con   los otros dirigente  de su partido, único del regimen, con pretensiones de pertenecía telúrica,  y no pudiendo decir, que está seguro del apoyo que tiene, busca refugio en un poder que ejerciente  de la justicia, no ha hecho otra cosa que situarse al lado del presidente MADURO, quien gozando de un poder de “ estado de excepción”, se ha convertido en forma autoritaria en legislador e intérprete de la Constitución.

No negamos el agradecimiento, que le tienen los políticos funcionarios del  Gobierno  a  DIOSDADO ,  hoy, gracias a su  merced  con cargos  en  cuatros poderes de los cinco que integran el Poder Público Nacional: Ejecutivo, electoral, judicial y ciudadano; pero llegar al extremo  de  que tal agradecimiento  se  constituya en vía  expedita para la dominación hegemónica de quienes se desempeñan en tan altas funciones de gobierno,  es materializar la presencia de  una conducta que contraría las garantías democráticas,  menoscaba los derechos  humanos, contraria a la Constitución, que le da fuerza al pueblo para desobedecerla y castigarla.

DIOSDADO,  conforma junto al presidente MADURO una  “Diarquía” de mando, con  aspiraciones presidenciales  de ostensible reducción de apoyo; que como declaró a José Vicente Rangel hizo uso del recurso de la “Omisión legislativa”, para la designación de los Magistrados del Poder Judicial, así como de los otros que integran el Poder Público Nacional, sin evaluación de las condiciones  subjetivas para ello, con el malicioso  propósito de la  instauración de un gobierno dictatorial, cuya materialización  se hace evidente, dado que la concentración de poderes existente que permite  la no rendición de cuenta de los funcionarios de la administración pública, el no cumplimiento de los procesos electorales, el retardo de la Sala electoral para dirimir las controversias y la admisión inmoral de un poder electoral que sirve  de ventrículo al poder ejecutivo, nos absuelve de pruebas para su constatación.

DIOSDADO,  se presenta como “amo y señor  de la hacienda pública nacional ”;  escoge como escenario  el “Círculo  militar”, para advertir “que ni con sangre nos sacarán del gobierno” no queremos contradecir a los que dicen que no tiene valor, “dado que el 11 de abril se escondió  y que solo el general Bauer dio la cara”; pero eso sí, tampoco se podrá eludir, que llegada la hora del cambio de gobierno por vía constitucional, este personaje del mal no pueda ser enjuiciado,  permitiéndole  el Estado toda garantía de defensa. ¡Bastante vainas ha echado¡ La no impunidad es la base de la decencia política . abogado, político, presiente del partido URD: