Oscar Arnal: Constituyente y “Caracazo”

Oscar Arnal: Constituyente y “Caracazo”

 

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Vivimos horas definitivas. El gobierno pretende imponer una Constituyente ilegítima para perpetuarse e instalar el modelo político cubano. Se está “jugando a Rosalinda” contra la mayoría nacional. La Constituyente sectorial es el preámbulo de lo que viene. Pretenden con una minoría electoral que no pasa del 20% contar con una mayoría que decida el 100% a su favor. Como en Cuba o Corea del Norte quieren dejar sin ningún tipo de representación a la Alternativa Democrática. En la Constituyente el que tiene más diputados impone lo que le viene en gana. Vamos al caso de los estudiantes. Se eligen 24 constituyentistas del sector. Y a lo largo de los últimos lustros el gobierno ha perdido todas las consultas electorales entre los jóvenes, desapareciendo incluso como fuerza organizada. Sin embargo, ahora proponen un padrón amañado, de donde entre ellos mismos, los seleccionarán. En unas elecciones libres y justas no sacarían entre los estudiantes prácticamente a nadie. Ni de las universidades públicas, ni de las privadas. Y así con cada uno de los grupos o sectores, que además discrimina, al dejar por fuera a muchos donde el oficialismo tampoco tendría chance alguno. De la misma manera, al municipalizar la elección alteran el peso electoral de cada venezolano, al darle mucho más poder a los menos poblados. Un ejemplo el municipio Sucre del Estado Miranda, sus electores que son más de 400 mil escogen a solo un diputado, cuando hay municipios que no llegan a 10 mil votantes y escogen en términos igualitarios. Es una violación del principio del sufragio universal. Las grandes ciudades, donde habita más gente y pierde el oficialismo por más votos han sido duramente castigadas. Todo con el objetivo de lograr a costa de manipular el sufragio y violar la Constitución un victoria que será pírrica, pero que se les devolverá como una profunda derrota moral.

Ha sido torpe el gobierno al echarle con una convocatoria tramposa mucha más leña al fuego. Siento que ni siquiera el finado, en su mejor momento hubiera podido imponer de manera sustentable lo que ahora se pretende. Nadie puede creer que una nueva Constitución y un nuevo poder deliberativo va a resolver el problema del hambre, la escasez y la hiperinflación. Los militares estarán observando en medio de un país que se cae a pedazos esta nueva treta. El pueblo está en la calle. Y muchos pronostican que muy pronto los barrios bajarán a un nuevo “Caracazo”. Ese día, sino antes, llegará el cambio.

oscar.arnaln@gmail.com

@OscarArnal