En Pdvsa para aumentar la producción, no saben cómo ni tienen con qué

En Pdvsa para aumentar la producción, no saben cómo ni tienen con qué

Quevedo Pdvsa

 

La gran cantidad de hechos noticiosos que se relacionan con la situación de PDVSA, en muchos casos, desvían nuestra atención sobre lo que estimamos es el elemento más importante al momento, y la clave para estimar lo que vendrá a corto plazo, la prioridad: Aumentar la producción de crudo.





Por Horacio Medina @unape

No pretendemos desestimar otros aspectos como la producción de gas y el suministro de gas doméstico; el estado deplorable y ruinoso de las refinerías que determinan una escasez creciente y preocupante de gasolina y diésel; la paralización del sector petroquímico que se traduce en un importante déficit de envases y dispensadores de productos alimenticios; y muchos otros etc.

Pero resulta evidente que la producción de crudo es el impulsor principal que mueve las exportaciones y por ende, además de pagar de dudas contraídas, permite o debería permitir, generar unos “pírricos” ingresos de divisas para la Nación.

Tan es así que, hasta para la cúpula del régimen, la prioridad es primero detener la caída y luego aumentar la producción de crudo. Es lo imprescindible. Pero del dicho al hecho, hay mucho trecho.

Nicolás Maduro dio la orden de aumentar en 1 millón de barriles la producción y esto se convirtió, como es normal en el sector militar, en una obsesión para el mayor general Manuel Quevedo. Su conducta y actuación, está diseñada y condicionada a recibir y dar órdenes. Sin detenerse a cuestionar ni a preguntar. Tiene que ejecutar.

Justo por esto, precisamente, lo que podría ser positivo, vale decir la determinación gerencial de cumplir la meta, se hace negativo. Órdenes y amenazas, no funcionan para integrar equipos y buscar soluciones. Soluciones por cierto, que no aparecerán bajo el ambiente actual.

Hay desesperación y angustia que podemos apreciar. No es para menos, Venezuela no es viable con una producción promedio, para 2018, que con toda seguridad estará por debajo de 1 millón 800 mil barriles diarios, aun estimando un precio superior a 50 $/B.

Bajo esos parámetros el aporte de divisas a la Nación será negativo, es decir no habrá divisas. Se necesita endeudamiento adicional. Y no hablemos de lo requerido para cumplir el servicio de la deuda.

¿Pero puede ser esto así, en serio? La respuesta es que no solo puede ser, sino que así será aun con precios de 55 – 60 $/B.

¿Entonces, podrá ser solevantado con las medidas de emergencia, aun no reveladas, que ofrece tomar el mayor general Quevedo y su combo, para aumentar la producción? Pues la respuesta sigue siendo negativa, no saben cómo y no tienen con qué. La reacción ha sido tardía.

El saqueo general de la empresa, convertido en un festín de corrupción, pasa su factura. Los yacimientos se quejan. Los trabajadores están paralizados. Y esto no comenzó hace dos años, no. Debemos buscar a los responsables quince años atrás. Allí están las claves de la catástrofe y también las claves para entrar en el camino de la solución.

Entre tanto, Quevedo y su combo, seguirán del timbo al tambo, rodeados en su entorno de ineptos y bandidos que pretender seguir con el festín, tal vez hasta los inviten a participar. Al final, la orden no podrá ser cumplida. Al menos, no en este régimen.