Jesús Peñalver: Prohibido olvidar

Jesús Peñalver: Prohibido olvidar

Jesús Peñalver @jpenalver
Jesús Peñalver @jpenalver

 

¡Se podría estar callado, callado … pero no puedo!
Los grillos le han hecho callos al Silencio.

Andrés Eloy Blanco
Castillo de Puerto Cabello, 1931





En tiempos de pesadillas conviene tener viva la memoria, ejercitarla y llenarla de recuerdos o acudir a ella para colmarnos nosotros de las experiencias que contiene, buenas o malas, para corregir errores y subsanar omisiones.

Prohibido olvidar debe ser la consigna permanente, de lo contrario y aunque se ha dicho hasta el hartazgo, estamos o seguimos condenados a repetir la triste historia.

Hoy 286 presos políticos, de suyo inocentes, nos recuerdan que son igual número de pensamientos anhelando su libertad; semejante cifra a los desmanes del oprobio que destruye a nuestro país; carceleros inhumanos; Nereos Pacheco de nuevo cuño que tendrán, seguramente, sus noches de navidad y año nuevo lamiendo los perniles de la infamia, disfrutando de las mieles del poder, sin imaginarse acaso el mañana justiciero que les espera.

Si bien la infancia y todos los tiempos son del tamaño del recuerdo, y alcanza lo que permita la imaginación, hoy la memoria debe y tiene que ser un recurso provechoso para asumir el presente con propósitos de rectificación, afrontar el futuro y tomar los caminos que nos conduzcan a salir de este atolladero al que nos ha llevado –impunemente- ese bodrio ideológico llamado chavismo, esa tragedia que hoy continúa la herencia mal habida que representa el aposentado en Miraflores y su séquito.

“Así se sentía ella sin él, sintiéndolo estar donde ya no estaba” dice El Gabo en El Amor en los tiempos del cólera. Y así a veces nos sentimos cuando evocamos aquella democracia tan denostada por el muerto Chávez, milico delirante que ofreció resolver todos los problemas del país cuando irrumpió contra el gobierno legítimo de Carlos Andrés Pérez, y que luego, habiendo llegado al poder por los votos, el mismo golpista megalómano ayudó a destruir inmisericordemente.

Hoy su terrible sucesión, los mismos que ayudaron a acabar con la democracia y sus instituciones, andan pregonando un humanismo inexistente, una cosa que es lo más parecido al nazismo, una reedición de los peores regímenes que se haya conocido en la historia.

La llegada del chavismo al poder despertó entusiasmos entre organizaciones de izquierda y movimientos populares. También concitó a su favor el apoyo de intelectuales, profesionales y artistas.

A lo hecho pecho, pero conviene no olvidar los errores del pasado, algunos muy garrafales, precisamente para no repetirlos.

Muchos dándose golpes en ese mismo pecho, al punto de acabar con ellos. Pero, no. Asuman ahora su error e intenten aportar soluciones, ideas que contribuyan a superar esta tragedia. Lo de Chávez no fue un conato, fue toda una terrible realidad que aún padecemos.

Gente de mala memoria, que empeña la palabra y luego no va a buscarla nunca. De esa misma estirpe está plagada la “revolución bonita” (sic). Por algo aquel militar, Alberto Müller Rojas, afirmó: “El psuv es un nido de alacranes”.

Por ello no debemos olvidar que mientras en el mundo entero la civilidad toma las sociedades y les confiere poderes al hombre sin uniforme, Venezuela ahora se parece una fortaleza militar que cada día gasta más en armarse con inmensas sumas de dinero -dignas de mejor destino- en aviones, fusiles, milicias, misiles, tanques y submarinos, entre otras capacidades bélicas, mientras los civiles tristemente sacrifican su derecho a dirigir los destinos del país para entregárselos a quienes han fracasado en todo el mundo al frente del poder.

¡Los militares siempre han fracasado en el gobierno! ¡No existe una excepción! Una verdadera lástima que la mediocridad partidista tan criticada, haya llegado a lo más profundo del barranco con una clase política mucho peor que adecos, copeyanos y masistas de otros tiempos. Más serviles y menos independientes, más lacayos y lambucios, además de tristes servidores del militarismo más arbitrario y abusivo que se haya vivido en Venezuela.

Como será que hasta las paredes de VTV tienen memoria, cuando ven a un milico lloran sangre. La memoria es de los demócratas, del autócrata el olvido. Prohibido olvidar.

La memoria es esa casa amoblada con todas sus cosas, donde al llegar el recuerdo nos da la bienvenida. Y si usted no tiene, la ejercita poco o le duele recordar, o necesita ayuda, haga como el doctor Juvenal Urbino, célebre personaje de García Márquez que recurría a las noticas recordatorias afirmando: “El que no tiene memoria se hace una de papel”.

Si usted no cultiva su memoria, vendrá otro a sembrar cuentos de rutas y caminos, de empanadas y conucos. Por eso me gusta la palabra memoria, como para no olvidarla nunca.

Hoy los presos políticos enfrentan a dos enemigos: una justicia inexistente y al olvido de la Nación. Yo, si pudiera, haría como la Venezuela decente, les abriría la puerta a la libertad que jamás han debido perder.