La rutina de Caracas está como en pausa

La rutina de Caracas está como en pausa

Muchos comercios permanecen cerrados.REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

 

El ritmo de la ciudad ha cambiado. Después de los anuncios económicos decretados por el presidente Nicolás Maduro el mes pasado y la aplicación de la reconversión económica , el flujo desenfrenado en la ciudad parece haber entrado en “pausa”, según los caraqueños, publica El Universal.

Por ALEXA VIELMA

Frente a la incertidumbre y el miedo, en el centro de Caracas muchos negocios permanecen cerrados y otros apenas se han reintegrado en esta semana. Mercedes Paz, vendedora de una zapatería en El Silencio indicó que no había abierto la tienda por realizar inventario y reestablecer el I.V.A; sin embargo, señala que desde la reconversión económica el flujo de personas ha sido poco. “Creo que es porque la gente sigue confundida y tiene miedo de abrir”, señaló.

Si bien algunos negocios han vendido como normalmente lo hacían, otras tiendas permanecen cerradas o sin mucha mercancía.

Rafael Segnedo, vendedor de una juguetería indicó que todo ha estado en recesión ya que muchos dueños se encuentran preocupados por la forma de pago a los comerciantes y el nuevo sueldo mínimo. “Esperemos que esta inflación no suba más, aquí la gente tiene mucho miedo”, apuntó. Asimismo, señaló que no se ha pedido más mercancía debido a que no sabían como iba a ser el proceso luego de la reconversión.

De igual manera, Carolina Martínez, comerciante de una piñatería señaló que “a comparación de como era antes, los precios de ahorita han ahuyentado a las personas”, indicó, ya que las ventas han bajado considerablemente. “En El Castillo, la gente hacía colas para comprar telas, ahora nadie pasa”, indicó haciendo referencia a la tienda que tiene al frente de su negocio.

Así como en las tiendas comerciales de productos han bajado las ventas, en las peluquerías y restaurantes han observado pocos clientes.

En Candelaria, peluquerías están prácticamente vacías. “Después de la reconversión muchos locales siguen cerrados, así que por seguridad también lo hicimos”, indicó la peluquera Luisa De Ramírez, quien opina que todo es un proceso de adaptación tanto de los comerciantes como de las personas

A la poca actividad comercial también se une la falta de transporte público en las calles. “Ya no se ven las colas de buses en la Baralt o Urdaneta”, afirmó Ricardo Martínez, vecino del centro de la ciudad.

El sociólogo Rafael Poleo indica que si bien es un proceso de adaptación para volver a la rutina.Muchos comerciantes deben hacer inventario para ajustar precios y establecer cómo se cobrará. “A pesar de que el gobierno se comprometió en ‘subsidiar’ los primeros tres meses, muchos locales no tienen al día todos sus papeles”, apuntó. Explicó que al no tener legalidad por completo y pocas ventas se ven obligados a cerrar la pequeña empresa por el salario que se le debe pagar a los empleados.

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