Juan Marcos Colmenares: Un régimen narco-terrorista

Juan Marcos Colmenares: Un régimen narco-terrorista

“A los ingenuos, tontos y resentidos que votaron por Chávez, que creyeron en sus mentiras, que cayeron por inocentes y que ayudaron a la destrucción de Venezuela”

El narcotráfico y el terrorismo actualmente son los flagelos que más daño causan a la civilización occidental y a la sociedad en general. En los últimos veinte años, estos factores deben ser considerados como una grave amenaza para la estabilidad y gobernabilidad de Venezuela, porque han colocado en serio riesgo el principio de su integridad territorial al haber permeado nuestras instituciones en complicidad con el régimen chavista-madurista.





La obsesión compulsiva que Chávez tenía en contra de Álvaro Uribe y su gobierno fue la razón principal para abrirle la puerta de Venezuela al narcotráfico, convirtiendo al país en el punto de salida del 90% de la droga colombiana en su envío a EEUU y Europa. Por eso se asoció con la FARC y el ELN, para fortalecer a la guerrilla colombiana y debilitar al gobierno de Bogotá. Según se comprobó en los ordenadores del líder de la FARC Raúl Reyes, capturados por el ejército de Colombia, un informe comprueba que: “Los documentos recuperados del ordenador del líder rebelde muerto revelan la conexión financiera entre el presidente de Venezuela Hugo Chávez y el mayor grupo guerrillero colombiano, incluyendo un mensaje reciente que menciona $300 millones de apoyo venezolano a los rebeldes” (De petroestado a narcoestado, Gustavo Coronel). De acuerdo con declaraciones de testigos protegidos por la justicia de EEUU, Chávez era informado periódicamente de los principales traslados de cargamento que se realizaban a través del país, en operaciones dirigidas muchas veces por altos mandos militares; una actividad en la que también tuvo parte Maduro (Bumerán Chávez, Emili J. Blasco). En 2005, Chávez expulsó a la DEA, después de que ésta acusara de narcotráfico a seis mandos de la Guardia Nacional y les prohibiera su entrada en Estados Unidos. “Están usando Venezuela como una gran autopista; para contar con garantías necesitan que se asegure el acceso y control de vías, puertos y aeropuertos, y la responsabilidad de la seguridad viaria y el control de aduanas es de las fuerzas del orden” (Estado delincuente, Carlos Tablante y Marcos Tarre).  En 2008, Chávez solicitó a la Unión Europea dejar de catalogar a las FARC como organización terrorista, alegando que representaban una fuerza legítima de liberación.

Chávez también le abrió la puerta de Venezuela al terrorismo al alinearse con los gobiernos de Irán, Irak y otros regímenes extremistas. Facilitó visados y pasaportes falsos a los activistas de las organizaciones Hamas y Hezbolláh, permitiendo actividades del extremismo islamita, como: la recaudación, el lavado de dinero y el tráfico de drogas. En agosto del 2000, Chávez viajo a Irak, se reunió y paseo en automóvil con Sadam Hussein, rompiendo el aislamiento de ese régimen desde la Guerra del Golfo y solicitando el final de las sanciones contra Irak. En el 2007, Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán, establecieron acuerdos para que ese país eludiera las sanciones de la ONU, fue patrocinada de forma clandestina e ilegal la producción de materia prima para cohetes y la creación de una bomba atómica. Igualmente, se abrió la ruta aérea que una semana cubría Conviasa, la compañía de bandera venezolana, y la siguiente semana lo hacía Iran Air. Esa línea no se abrió debido a una demanda real, sino porque facilitaba un rápido transporte de personas y de carga entre la Venezuela de Chávez y el Irán de Ahmadineyad sin que hubiera que dar explicaciones a terceros países.

Desde hace años el diputado Américo de Gracia ha denunciado que la organización terrorista Hezbolláh y la guerrilla colombiana, FARC y ELN, en alianza con el régimen de Maduro, han logrado posicionarse de los sitios más estratégicos del estado Bolívar; controlando  y explotando las minas de oro del llamado Arco Minero, para sus operaciones terroristas y prestarle un servicio a ese régimen en recaudación y servicio de las empresas transnacionales.

Por el futuro de nuestros hijos y familias debemos salir de este régimen, rescatar nuestro país y la democracia. Eso pasa por fortalecer los partidos políticos, que constituyen la base fundamental de la democracia y reivindicar así la política, como una de las actividades más nobles de la humanidad.

*Abogado

jmcolmenares@gmail.com

@JMColmenares