Marxismo ¿Para Qué? Por Simón Trujillo

Marxismo ¿Para Qué? Por Simón Trujillo

Aunque se hable de marxismo para referirse a las doctrinas de Marx, no puede olvidarse que el propio Marx declaró en una ocasión no ser marxista, lo cual significaba la negativa a que su pensamiento fuera considerado dogma y se le encerrara en estrecheces. Además, en las diversas fases de su evolución intelectual mantuvo la necesidad de atenerse a las situaciones concretas, contra la tentación de forjar puras abstracciones intemporales.

No solo entre marxistas y no-marxistas, sino entre los mismos marxistas, se discute bajo cuál de estos significados puede ser considerado más propiamente el marxismo. Todos los marxistas se basan, evidentemente, en las teorías de Marx, pero el hecho de que se vean obligados a reivindicar en cada uno la comprensión correcta y la interpretación adecuada de las doctrinas del Marx original, demuestra el escaso compromiso dogmático de este. De ahí que haya que distinguir entre el marxismo en sus diferentes expresiones y variantes (marxismo) y la doctrina misma de Marx (marciana), aunque el significado de “marxismo “no puede menos de estar relacionado con la producción teórica y la acción práctico política de Carlos Marx.

EL problema es que la obra de Marx ha sido entendida de modo diverso según se haya vista en ella una concepción del mundo, una Filosofía, una Antropología filosófica, una ciencia específicamente una Sociología, un modo de explicar y cambiar la historia, una serie de normas para la acción política que deben variarse de acuerdo con las circunstancias históricas, una ideología, etc. Esa diversidad de visiones hace difícil justificar la opción unilateral por una de las alternativas indicadas.





De donde podemos concluir que:

1.- La ideología marxista concebida por Carlos Marx, solo podría ser exitosa en sociedades capitalistas altamente desarrolladas. Ello explica en cierto modo su larga permanencia en Inglaterra país de mayores avances industriales de la época.

2.- La ideología marxista parte de un determinismo económico para explicar los fenómenos sociales, en consecuencia, solo serán las relaciones de producción, la propiedad sobre los medios de producción y el estado de desarrollo de estos quienes permitirán dar saltos cuantitativos o cualitativos, en los diferentes modos de producción.

3.- La ideología marxista se fundamenta en un fatalismo histórico donde pareciera que los modos de producción en la historia económica de la humanidad pasaran de un estado a otro fatalmente y el método dialéctico vendría a servir como catalizador del proceso social.

4.- El capitalismo a que se refería Marx era un “Capitalismo Puro “al de su tiempo. El capitalismo hoy ha permitido en muchas sociedades una mayor participación política y una mayor participación económica en la distribución de la riqueza. En la medida que los principios de la democracia se han profundizado, los derechos de justicia y libertad han venido beneficiando a las grandes masas de población donde se han aplicado.

5.- El marxismo que se ha puesto en práctica en aquellos países socialistas que dicen apoyarse en esa ideología, se le ha puesto apellido – leninismo, maotsetunismo, chavismo, castrismo, – lo cual sol ha servido para enmascarar dictaduras.

6.- El marxismo no ha llegado a explicar, cómo los principios de la dialéctica, funcionarían en una sociedad comunista donde según esa ideología desaparecerían las clases sociales.

Simón Trujillo