La oposición venezolana recupera el apoyo popular en la calle

La oposición venezolana recupera el apoyo popular en la calle

El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaido (C) hace un gesto ante una multitud de partidarios de la oposición durante un cabildo abierto en Caracas, el 16 de enero de 2019 REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

 

 

 





Una nueva esperanza recorre las calles de Venezuela. Cabildos populares llenos de gente, escraches contra dirigentes chavistas y el entusiasmo recuperado tras 17 meses de silencio se repiten de forma simultánea en distintos puntos del país. Un grito unifica a todas las corrientes de la oposición y del chavismo disidente: “¡Fuera, Maduro!”, publica El Mundo.

Por Daniel Lozano/Corresponsal en Venezuela

“¿Desde cuándo no se veía tanta gente en las calles gritando libertad?”, preguntó el escritor Leonardo Padrón tras comprobar cómo el pueblo opositor se reunía de nuevo en Caracas, Valencia o San Cristóbal. Los cabildos populares suman gentes por todo el país, aunque todavía están muy lejos las gigantescas cifras de abril de 2017 (un millón y medio) y de septiembre de 2016 (un millón).

“Estamos viendo un despertar, el silencio que había se ha transformado en energía y en fuerza. El 23-E tiene que ser un estruendo, un grito de libertad en toda Venezuela”, clamó Juan Guaidó, presidente del Parlamento, durante una de las reuniones ciudadanas en la capital.

La fuerte presión internacional, el derrumbe económico que se siente cada día, la polémica toma de posesión del “hijo de Chávez” y el empuje de Guaidó se han confabulado para enturbiar el escenario impuesto por la revolución, que ha reaccionado con nervios ante un despertar que no esperaban.

En paralelo las protestas sociales, que ante la ausencia de las políticas sí estuvieron muy presentes a lo largo de 2018, continúan este año tras la Navidad. Comerciantes informales de Puerto Ayacucho sacaron a golpes a efectivos de la Guardia Nacional mientras centenares de usuarios del ferrocarril de cercanías de Caracas se acumulaban en andenes y en la calle tras nuevas fallas en el servicio, tan usuales. Al municipio capitalino de Chacao todavía no ha llegado el agua en lo que va de año y las colas en busca de gasolina y gas se reproducen en el interior del país.

Hasta los líderes económicos, como Lorenzo Mendoza, presidente de Polar, el grupo empresarial más importante del país, no se mordió la lengua esta vez: “Va a venir una nueva Venezuela. La situación no es viable, el optimismo que existe es porque sabemos que algo va a pasar”. “El juego se ha reactivado”, confirma Félix Seijas, presidente de la consultora Delphos.

Discurso de preocupación

La preocupación también ha impactado de lleno en el discurso del líder revolucionario, que esta semana exigió máxima dedicación a los jueces revolucionarios: “La guarimba (protesta) no puede volver al país, tenemos que garantizar la seguridad y el que intente guarimbear, que actúe rápidamente la ley y para la cárcel”.

El chavismo ha contraprogramado tres marchas contra la gran manifestación opositora del 23 de enero, el día que se conmemora la caída de la dictadurara del general Pérez Jiménez. Diosdado Cabello, número dos de la revolución, también extremó ayer su discurso, al “alertar” al pueblo que se mantenga “rodilla en tierra, fusil al hombro, bayoneta calada y el morral (mochila) de Chávez en la espalda para defender la patria”.

En la cúpula del poder revolucionario suenan las señales de alarma, sobre todo tras comprobar que sus dirigentes tampoco pueden pasear tranquilos. La policía ha detenido a seis personas del grupo de católicos que la emprendieron a mandarinazo limpio contra la almiranta Carmen Meléndez, gobernadora de Lara, durante la procesión de la Virgen de la Pastora en Barquisimeto. Al “Potro” Álvarez, ex ministro y estrella del espectáculo revolucionario, no le fue mejor en un partido de béisbol.

“La clave es el paso político dado por Guaidó. Factores objetivos los hay todos, pero faltaba el factor subjetivo, el político. Y surgió un actor inesperado que amenaza con llevarse por delante a los establecidos. Se trata del atrevimiento institucional de Guaidó”, resume Luis Salamanca, ex rector del Consejo Nacional Electoral (CNE). “Las próximas horas y semanas muy probablemente nos lleven a una escalada conflictiva de muy alto nivel. Maduro tendrá que moverse como peso pluma si no quiere ser avasallado por este nuevo momento cumbre”, vaticina Piero Trepiccione, politólogo cercano a los jesuitas.