Susana Raffalli: Muele por dentro ver a venezolanas vender su cabello para sobrevivir en la frontera

Susana Raffalli: Muele por dentro ver a venezolanas vender su cabello para sobrevivir en la frontera

Susana Raffalli, nutricionista venezolana / Foto El Ucabista

 

Susana Raffalli, nutricionista y luchadora social por la salud de los niños más desprotegidos en el país, cuenta su experiencia al pasar el puente Simón Bolívar en la frontera colombo-venezolana, en Cúcuta, uno de los puntos de concentración de la ayuda humanitaria para los venezolanos.

Por Lisbeth Piñeros / lapatilla.com





“Ver de cerca lo destruida que queda una mujer venezolana al vender su pelo o un niño cuando le venden su canaimita… para sobrevivir en un país que tampoco es propio, esto… muele por dentro”, escribió Raffalli en un hilo desde su cuenta en Twitter.

Un comunicado de la Comisión de Seguimiento a la Ayuda Humanitaria de la Asamblea Nacional detalló que el punto de Cúcuta será el primero de tres envíos de asistencia de este tipo e incluirá medicamentos de ayuda humanitaria, suministros quirúrgicos y suplementos nutricionales para atender la primera etapa de la emergencia humanitaria compleja dirigida a quienes corren hoy riesgo de vida o muerte”.

Al respecto, Raffalli explicó que el manejo de la información puede ser un punto crítico para el éxito de la iniciativa. “En estados frágiles, divulgar masivamente las instalaciones, rutas, y grupos que canalizan ayuda humanitaria, incrementa el riesgo de saqueos, secuestros y violencia, y quebranta la seguridad de las organizaciones humanitarias y sus equipos humanos”, alertó.

Sobre este punto, el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, hizo referencia este lunes durante una rueda de prensa desde el Palacio Federal Legislativo.  “Necesitamos que ingrese la ayuda humanitaria, soldado venezolano, para tu madre, para tu hermana. Si no entra, los estaremos sentenciando de muerte. Hemos logrado visibilizar la crisis humanitaria en el país (…) El usurpador niega el crisis y la llama limosna, lo que nos demuestra que hay mucha maldad.  (…) Ahora también hay un dilema que nos llegó desde un círculo cercano del Alto Mando Militar: no es si van a dejar entrar la ayuda humanitaria, sino cómo nos la van a robar”.