La Venezuela que Maduro se niega a ver

(foto elespectador.com)

 

Hace una semana, en una marcha en Caracas, Juan Guaidó, juramentado como presidente de Venezuela por la Asamblea Nacional, anunció que Colombia, Brasil y una isla del Caribe —presuntamente Aruba— servirían como centros de acopio de la ayuda humanitaria destinada a los venezolanos. El anuncio fue considerado por Nicolás Maduro como “un show”, porque a su juicio “Venezuela no tiene que mendigarle a nadie y lo que buscan (con eso) es humillar al pueblo”. Indicó que el país puede salir de sus problemas con el esfuerzo y el trabajo. Así lo reseña elespectador.com

Por Daniela Rojas Díaz





Pero la verdad es que Venezuela necesita más que eso. “Desde el 2016 para acá todo empeoró (…) En mi casa con un huevo comen dos o tres personas. Ya es un lujo comer una rebanada de queso amarillo y jamón. Se ha dejado de comer muchas cosas, se sobrevive con granos, arroz y pasta”, expresó Herminia Gil, abogada de 51 años, a este diario.

Entre 2015 y 2017, 3,7 millones de personas (12 % de la población) presentaron malnutrición por la escasez de alimentos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la población más vulnerable es la de niños menores de cinco años. La mortalidad infantil durante el año 2017 aumentó con respecto a 1990, cuando murieron 61 infantes por cada mil nacimientos, debido al progresivo deterioro del estado nutricional, el colapso del nivel de vida y del sistema de salud, de acuerdo con Unicef.

“Seis de cada diez niños que evaluamos están en situación de riesgo nutricional. De desnutrición aguda grave, aproximadamente 12 de cada 100 están en riesgo de morir. En un corto plazo, el destino de los niños que tienen desnutrición aguda —que es la desnutrición de la delgadez y el decaimiento— es morir. Estamos perdiendo muchísimos niños (…) De los niños que sobreviven a esto, que logramos que permanezcan vivos, el 33 % de ellos tiene retardo de crecimiento”, indicó Susana Raffalli, nutricionista, especializada en gestión de seguridad alimentaria y ganadora del premio Franco-Alemán de Derechos Humanos el año pasado.

En la nación suramericana la frase “la dieta de Maduro” se ha repetido constantemente en los venezolanos, quienes en promedio han perdido 11 kilos. Principalmente aquellos con menores recursos económicos, afectados por una hiperinflación que según estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) será de 10’000.000 % para el 2019; el 11,7 % de venezolanos dejó de comer las tres veces al día.

“Yo estoy cansado de comer granos todos los días”, dijo un preadolescente caraqueño de 12 años, quien junto a su madre declaró que una vez al mes logran comer carne en su casa, porque el sueldo de ella no le alcanza. La mujer ha bajado 12 kilos desde que empeoró la crisis en Venezuela y su hijo está por debajo del peso ideal a su corta edad.

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