Boeing y los riesgos del software

Boeing y los riesgos del software

 

En el año 2011, Marc Andreessen uno de los respetados conocedores en la tecnología y su futuro y además inversionista exitoso, publicó el muy conocido artículo “Software Eats the World”.

Por Laszlo Beke

Allí plantea que estamos en el medio de un desplazamiento dramático y amplio en donde las empresas de software están en la posición de tomar control de importantes sectores de la economía. Tenía tanta razón ya que hoy basta solo con mencionar algunas: Google, Amazon, Uber, AirBnb. Allí enfatizó que todo tipo de industria (líneas aéreas, automóviles y otras) tendrían que aprender a manejar código sofisticado para sus productos, servicios y procesos. La situación creada con los accidentes y con la prohibición de vuelo de los modelos 737 MAX de Boeing es un triste y claro ejemplo de esto.

La situación Boeing 737

En las últimas décadas las expectativas con el transporte aéreo han cambiado dramáticamente. En Estados Unidos no ha habido un accidente de vuelos comerciales con pasajeros desde que un vuelo cayó a tierra en Buffalo en 2009 en el medio de una tormenta de nieve. A pesar que el Boeing 737 XXX ha completado más de 40.000 vuelos desde que comenzó a prestar servicio comercial hace dos años, dos tragedias en cinco meses fueron suficientes para que las autoridades de la aviación prohibieran volar al modelo hasta que se completara una investigación.

Boeing es una gran empresa, con un legado excepcional y con personal dedicado y seguramente se recuperará de esta triste situación. Pero tendrán que convencer a reguladores, a las líneas aéreas y al público que se puede confiar en ellos, que la competencia no los ha llevado a crear atajos riesgosos. Cuando se trata de transporte en aviones, la seguridad no es un accidente.

Boeing y los pilotos

“Si no es Boeing, no vuelo”. Así hablaban frecuentemente los pilotos de las equipos Boeing. Estos aviones habían sido construidos alrededor de las necesidades de la tripulación, proveyéndole al piloto y copiloto tanto control como fuera posible. A los pilotos, al igual que la mayoría de las personas, les gusta sentirse en control. El 737 ha sido un caballo de batalla desde su introducción en 1967. En producción continua, con más de 10.000 aviones construidos, 4.600 en servicio y más de 4.700 en pedido.

Airbus, su principal competidor, siempre tuvo una cabina de mando más automatizada y Airbus entregó su primer A320 en 1984 y tiene en pedido más de 6000. En 2010, con el aumento de los precios del combustible y el negocio de viajes aéreos de pasajeros recuperándose de la recesión, Airbus anunció el A320neo. Este vino con una estructura de actualizada de motores turbofán más grandes y más eficientes que los anteriores. Las circunstancias llevaron a Boeing a tener que desarrollar el 737 MAX actualizado, incorporando tecnología que proveyera más eficiencia. Un interés primordial fue que el avión volara en una forma casi idéntica al 737, el modelo clásico que las tripulaciones amaban. En un tiempo record de 6 meses sus ingenieros lograron el objetivo.

La solución de software de Boeing

Para lograr el cometido, existía un problema ya que los motores eficientes eran mucho más grandes que los anteriores y había que montarlos en las alas en una posición más alta y más adelante. Ello cambiaba las características de vuelo del avión y exigiría tiempo significativo adicional de entrenamiento en el simulador-de-vuelo para las nuevas tripulaciones.

Boeing buscó una solución poco usual, resolvieron su perfil de vuelo con software. Agregaron sensores y un sistema de recorte automatizado para lograr que el avión se sintiera en vuelo tal como lo hacía en el modelo anterior, a pesar que los nuevos motores generaban elevación e impulso desde un perfil aerodinámico diferente. El software de MAX funcionó acelerando el tiempo de desarrollo y de entrega del nuevo modelo y reduciendo el tiempo de entrenamiento y como consecuencia los pedidos crecieron.

Sin embargo, no debe sorprender el algo inesperado haya ocurrido. Cuándo uno de los sensores del 737 MAX falló, el software no lo detectó y no compensó por el error que no había aparecido en los 40.000 vuelos anteriores ni en el período preparatorio del lanzamiento.

Seguramente las tripulaciones tampoco estuvieron preparadas para lidiar con ese problema con el computador. Como contraste, Airbus siempre ha estructurado una cabina de mando más automatizada y definitivamente ha acumulado más experiencia en ese campo.


Se hace referencia a “Boeing Blues” http://bit.ly/2WJ0Z9s y “Why Software Is Eating the World” http://bit.ly/2UvQWqX. También aparece en mi blog http://bit.ly/2YUfc5j.

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