Eduardo Manuitt: Barbarie y éxodo

 

Ha sido política de Estado desterrar a los venezolanos de su propia patria. Maduro apura la estampida de venezolanos a otros países con el objetivo de correrlos y desplazarlos de la tierra que los vio nacer. Este éxodo es parte de su estrategia para perpetuarse y aferrarse al poder, manteniendo un régimen que durante 20 años solo ha sembrado la barbarie, con un sistema de gobierno que destruyó a una nación rica.





Sus ideologías con precisión criminal, han desmembrado a millones de familias, desmantelado hogares y cercenado sueños, han truncado la vida cotidiana de miles de jóvenes, trabajadores, profesionales, estudiantes que tienen que marcharse forzosamente, porque no hay alternativa, salir a sobrevivir o morir en Venezuela son las únicas opciones.

Este episodio nunca se borrará de nuestras vidas, al despedirnos de nuestra Patria pesan más nuestras tristezas que las escasas maletas que llevamos, al cruzar la frontera nos invade la incertidumbre y se siente un frío en la sangre, se nos quebrantada el alma y el llanto espera por nosotros en otros lares. Sabemos que es un viaje sin fecha de retorno y nos vemos sometidos al temor de lo desconocido. Millones de compatriotas lanzados al éxodo, obligados a deambular miles de kilómetros en busca de otro techo, de comida y oportunidad para obtener algún ingreso económico para sobrevivir, además impera el compromiso de socorrer a la familia más vulnerable que nos queda en el país que por lo general son niños, ancianos y enfermos. En esta barbarie, el gobierno muestra su verdadero rostro criminal carente de escrúpulo, de sentimientos, de clemencia o de compasión, ejecuta fríamente este acto premeditado de exclusión humana, de éxodo forzado.

Para tener idea de la tragedia que se vive, Acnur informó que desde finales del 2015 hasta noviembre del 2018 salieron del país 3,3 millones de venezolanos hacia diversos destinos siendo los más comunes Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, Argentina, Centroamérica y Europa. Esta diáspora va en crecimiento, el diagnóstico de organizaciones internacionales coinciden con Acnur en que esta cifra podría incrementarse este año en 1 millón más de exiliados, para alcanzar los 4 millones, representando esto un 14 % de la población activa del país.

Los objetivos de Maduro y su Banda criminal al aplicar esta estrategia del éxodo masivo los defino y enumero de la siguiente manera:

1- Ablandar y amainar las protestas de calle ante la ausencia de dirigentes y luchadores sociales, sobre todo de jóvenes y profesionales adversos al gobierno, cuyo rol de vanguardia en las protestas estos últimos años han sido fundamentales.

2- Deshacerse de una carga social, ya que cada venezolano demanda: empleos, uso de servicios públicos, consumo de insumos- alimentos, medicinas – y sabemos que las pocas divisas que ingresan al gobierno apenas alcanza para mantener su corrupta burocracia y la insaciable cúpula Militar.

3- Disminuir la población electoral de oposición, esto previendo cualquier escenario electoral, estamos hablando de un 20 % de votantes que perdería la oposición de los 20 millones de votantes inscritos según último censo de electores del CNE.

4- Ejecutar la venganza política, discriminando el uso de bienes y servicio a la mayoría población no oficialista, usando para ello filtros como el ¨carnet de la patria¨, documentos de identificación y afinando el control social, además acosando a la disidencia opositora aplicando persecuciones selectivas a la dirigencia política por vía de campañas de terror, seguimiento judicial, detenciones arbitrarias, juicios, torturas y amenazas de muerte por grupos militares y paramilitares. Ya van 22 diputados con la inmunidad parlamentaria allanada, algunos presos otros en el exilio.

5- Provocar con este éxodo masivo sin precedente, una crisis interna en los países de la región, esto podría generar un caos impredecible. Este siniestrado plan del gobierno tiene el propósito de agudizar la situación humanitaria en los países de la región, sobre todo países adversos al régimen- que por cierto siguen tímidos y displicentes ante estos monstruos-. Por otra parte el gobierno se disfraza de oveja y se victimiza, culpando de sus males y fracasos sobre todo a los países que han reconocido a Juan Guaido como presidente encargado de Venezuela, con esta falsa condición minusválida la Dictadura ha proseguido el saqueo y la entrega de sus riquezas al oportunismo internacional de países aliados como Cuba, Rusia, China, Irán, Turquía.

6- En su ávida ambición Maduro aspira un ingreso de divisas por vía de remesas de venezolanos en el exterior, se estima según cuentas del gobierno, los expatriados estarían enviando a familiares en Venezuela el equivalente a 160 millones de dólares. Por mes, una suma de 1.920 millones de dólares por año.

En virtud de lo antes señalado, es imperativo tomar con carácter de urgencia otras medidas incluyendo las no convencionales contra la narcotiranía, ya no es un problema exclusivo de Venezuela, es de toda una región y del continente, comprometiendo así La Paz mundial. Este panorama expone de manera descarnada un cuadro humanitario desgarrador intolerable, es el éxodo más grande del siglo XXI.

En estas acciones a tomar considero obvio que el diálogo ya no es una opción.

Eduardo Manuitt
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