Lo que dejó la primera fase de la Copa América Brasil 2019

Lo que dejó la primera fase de la Copa América Brasil 2019

REUTERS / Edgard Garrido

 

 

El telón de la primera fase de la Copa América 2019 se cerró con un buen promedio de gol y sin grandes sorpresas dentro de los clasificados, aunque un flojo arranque de la Argentina de Messi pudo generar una de las mayores sorpresas en la historia del torneo.





En los 18 partidos en 11 días jugados en la ronda inicial del torneo que se disputa en Brasil, las emociones no escasearon: hubo 46 gritos de gol -2,5 por partido- y solo dos duelos culminaron con el marcador en cero (Venezuela-Perú y Brasil-Venezuela).

Justamente en ambos cotejos el VAR –que se estrenaba en la Copa América- fue protagonista, ya que la tecnología evitó que peruanos y brasileños festejaran por partida doble y dejaran a la “vinotinto” casi eliminada.

La despedida en primera fase de Bolivia, Ecuador y los invitados Japón y Qatar da cuenta de que la ronda inicial de Brasil 2019 fue, en general, previsible.

Las dos selecciones sudamericanas fueron penúltima y antepenúltima, respectivamente, en las pasadas eliminatorias mundialistas, mientras que los equipos invitados llegaron a la Copa América con el objetivo de ganar roce.

La clasificación de la invicta Venezuela, colista de la última eliminatoria sudamericana, podría ser a simple vista una sorpresa, pero el joven equipo dirigido por Rafael Dudamel, cuya base es la selección subcampeona del mundo en 2017, muestra una mejoría paulatina que parece no haber alcanzado su techo.

Brasil-Paraguay, Venezuela-Argentina, Colombia-Chile y Uruguay-Perú conforman los duelos entre los supervivientes. ¿Pero qué impronta dejó cada una de ellas en la primera fase?

Desde los merecimientos, emergen tres grupos diferenciados. Primero está el de Colombia, Brasil y Uruguay, los ganadores de cada grupo. Después aparece un bloque conformado por Argentina, Chile y Venezuela. Y finalmente están Perú y Paraguay, aparentemente los más débiles.

Colombia fue el único que ganó sus tres partidos, incluso sin recibir goles y con formación alternativa en su último duelo, cuando ya había asegurado el primer lugar del grupo. La llegada del técnico Carlos Queiroz parece haberle dado a los “cafeteros” un mayor orden táctico y esa solidez ofensiva tan típica de los equipos del portugués.

En cuanto al local Brasil, la mejor noticia de la primera ronda fue que no extrañó a Neymar. Tite, su técnico, logró darle al “scratch” un funcionamiento aceitado y una gran solidez defensiva. Aparentemente, también encontró el equipo ideal en la última fecha, con Everton y Gabriel Jesús entre los titulares.

La goleada 5-0 ante Perú con la que cerró su participación en la primera fase despejó además las dudas dejadas tras el empate sin goles ante Venezuela en su duelo anterior.

Uruguay, que venía con el cartel de ser la mejor selección sudamericana en el último Mundial, volvió a dar prueba de su oficio y de su templanza, liderada por un Edinson Cavani sobresaliente y un Luis Suárez siempre amenazante.

AL BORDE DEL ABISMO

Argentina fue tal vez la mayor decepción de la ronda inicial. Si bien recompuso su cara en la victoria sobre Qatar que le dio el pase a cuartos, estuvo cerca de ser eliminado en la primera fase del torneo continental por primera vez desde que en 1993 se creó el actual formato de 12 selecciones. La última vez que la “albiceleste” no superó la ronda inicial fue en 1983.

Los errores de todo tipo del novato Lionel Scaloni en el banquillo, la falta de un funcionamiento colectivo -una vez más-y el mediocre desempeño de varias individualidades, incluido el de un Messi muy lejos del nivel que exhibe en el Barcelona, pusieron a una potencia planetaria al borde de un fracaso estrepitoso.

La experimentada selección de Chile, por su parte, dejó muy buena impresión más allá del traspié ante Uruguay y demostró que con su formación titular a pleno sigue siendo el equipo que muestra en la cancha esos movimientos mecanizados que lo han llevado a ser bicampeón de América.

En tanto, el trabajo de Dudamel –asesorado por el colombiano Francisco Maturana- sigue dando sus frutos en una Venezuela que parece haber exorcizado los complejos arrastrados por décadas de decepciones.

Finalmente, Perú y Paraguay festejaron su permanencia en el torneo de selecciones más antiguo del mundo a costa de otros resultados.

El conjunto de Ricardo Gareca venía haciendo las cosas bien tras su experiencia mundialista, pero la abultada derrota ante Brasil deja dudas sobre sus posibilidades de complicar a Uruguay, mientras que los dirigidos por Eduardo Berizzo, en pleno cambio de su filosofía futbolística y aún sin victorias en el certamen, solo dieron la talla durante algunos pasajes de la primera fase.

Reuters