Viaje a la Luna ¿50 años de un montaje?

Foto: Cortesía.

 

En 1962 el presidente John Fitzerald Kennedy prometió que para finales de esa década Estados Unidos habría llevado un hombre a la luna, lo que para entonces muchos calificaron como una promesa descabellada.

Por Javier Brassesco /VerifiKado





El 20 de julio de 1969, finalmente, Estados Unidos logra lo que parecía imposible, la coronación de un proyecto de 30 mil millones de dólares cuyas probabilidades de éxito habían sido tasadas en menos de 1%: el Apolo 11 llega a la Luna y al día siguiente dos de sus astronautas, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, caminan sobre la superficie lunar mientras 600 millones de televidentes los contemplan desde sus casas.

El sueño de Kennedy se hacía realidad, al fin los estadounidenses habían tomado la delantera a los rusos en la carrera espacial luego de que éstos se hubiesen adelantado al colocar al primer hombre en el espacio exterior.

La teoría conspirativa es anterior a internet

¿O no? En 1976 aparece un libro publicado por Bill Kaysing, quien trabajó para una compañía que construye motores para cohetes espaciales, en donde se afirma que los seis alunizajes del programa Apolo entre 1969 y 1972, nunca ocurrieron, que en realidad fueron un montaje: “Nunca fuimos a la Luna: una estafa de 30 mil millones de dólares”, es el título del libro.

Ahí afirma que las probabilidades de éxito de esa misión eran de 0,0017%, y sin embargo se llevó a cabo en el tiempo estipulado y sin ningún contratiempo. ¿No era acaso mejor falsificar la realidad antes que correr el riesgo de un fracaso?

Ese es el origen de todas las teorías conspirativas, que cuentan incluso con un documental (Dark Side of the Moon, de William Karel) y que se han disparado con la existencia de internet.

Y ahí se presentan todo tipo de pruebas sobre este supuesto fraude: una bandera que ondea en un lugar donde no hay viento, fotos donde no se ve ni una estrella (y deberían ser visibles incluso de día, pues no hay atmósfera), un módulo lunar de varias toneladas que aterriza sin levantar polvo, unas sombras que parecen producto de varios focos de luz (¿hechas en un estudio?), misteriosas manchas en el cielo, y además ¿Cómo unos seres humanos pudieron superar el cinturón de Van Allen?

Desmontando los argumentos conspirativos

Pero en realidad todas las objeciones tienen su explicación. Veamos:

No se ve ninguna estrella. Pruebe usted a tomarse una selfie con un cielo estrellado detrás y verá que no se ven las estrellas a menos que se hagan ciertos ajustes. En las fotografías que se hicieron querían que se destacaran los astronautas, ése era el cuerpo luminoso que interesaba, no las estrellas que estaban detrás y que sí veían los astronautas. Las estrellas sí se hubieran visto si se tomaban fotos con tiempos de exposición más largos, pero fueron tomadas con tiempos de exposición cortos, de 1/20 o inferiores.

Misteriosas manchas en el cielo, como focos de un estudioNo es más que un efecto típico de las cámaras de fotos, el llamado «efecto flare», que ya hemos visto en infinidad de fotos.

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