Ramón Pena: Soberanía y paz

El régimen desafía a la vecina Colombia alardeando en la frontera cohetería, tanques y otras piezas de su poder de fuego, sin ahorrarse idioteces como la advertencia de contar con “ Sukhois rusos que en once segundos (sic) están sobre Bogotá”. Esta costosa movilización ha sido bautizada como “Operación Venezuela Soberanía y Paz”, que serían los dos valores patrios a defender y que justifican esta exaltación pre bélica.

Cabe primero preguntarse qué soberanía estamos defendiendo: ¿acaso la territorial, la que ha consentido que Guyana explore libremente el llamado bloque Stabroek en la plataforma continental del Esequibo en reclamación y, más grave aun, usufructuando el lecho de la propia fachada atlantica venezolana del Delta del Orinoco? Ya Exxon/Mobil ha anunciado que en 2025 se producirán allí 750 mil B/D de crudo, superando la producción total de la infortunada Pvdsa. Si no es esa, entonces ¿es la soberania alimentaria, dependiente en 85% importaciones; o la minera, que puso el Arco Minero de Guayana al arbitrio de truhanes extranjeros y grupos narcoterroristas; o la soberanía militar, bajo añeja intervención cubana y ahora de rusos que hasta nuestros uniformes visten..?.

En cuanto a la “Paz”, ¿se refieren a la paz de 23 mil homicidios anuales, la de las ejecuciones extrajudiciales del Faes que denuncia Michelle Bachelet, o a la paz que cuidan las 18 mil bandas delicuenciales que asolan el pais?





Viene a la memoria que, después de la guerra de las Malvinas, esa balandronada de los generales argentinos ideada para exaltar patriotismo y alargar la vida de la dictadura, la sociedad argentina descubrió con horror que sus soldados habían combatido, desorganizados, mal pretrechados, sin comida y sufriendo vejaciones de sus superiores. Preocuparía la suerte de nuestros soldados, en caso de un indeseable conflicto, si los estrategas militares fuesen del mismo tenor de los generales que administraron Pdvsa, Corpoelect o la Corporación Venezolana de Guayana.