¡Maduro es un DICTADOR!… afirma Trump, por José Machillanda

¡Maduro es un DICTADOR!… afirma Trump, por José Machillanda

Nicolás Maduro es un dictador, y así lo ha afirmado el Presidente Trump durante su intervención en la 74ª Asamblea de las Naciones Unidad, señalando, además, que es una marioneta de Cuba, país que al igual que Venezuela no respeta los derechos humanos y políticos del ciudadano. No queda duda para el mundo hoy que el Ambiente Político Real es Violento y, en consecuencia, la sociedad padece una grave crisis político, social, económica y moral que aterra el mundo. Un mundo que clama por la democracia, libertad y respeto que hoy son propios del más importante foro internacional y marca, en consecuencia, una tarea política deducida para el liderazgo democrático venezolano, pero sobre todo para la sociedad democrática venezolana. La democracia no se mendiga… se conquista.

Por José Machillanda





La afirmación del Presidente del país más desarrollado y poderoso del mundo impone y obliga una reflexión política al 87% de los demócratas venezolanos, que están obligados a dibujar y darle vida a la Transición Política necesaria. Transición que, como proceso de socialización, obliga a nuevas lealtades, a nuevas preferencias políticas y simbológicas que como valoraciones renovadoras ciudadanas, conduzcan un cambio de la dictadura socialista. Dictadura socialista que como modelo de engaño y regresión política, ya lleva 20 años, después de nacer en el seno del golpismo militarista cobarde y primitivo, que ahora se muestra lleno de corrupción y entregado a la ideologización castrista.

La acusación pública y directa del Presidente Trump, en su condición de jefe de Estado de un país democrátitico, muestra que en el hemisferio occidental los operadores políticos y ciudadanos deben conciliar en un interés común la ruta para una transición política, la misma pareciera coincidir en la desobediencia civil. El ciudadano, gran actor y responsable por su destino, tiene que darle prioridad a la política, entendida ésta como: la creadora de un orden de conveniencia ordenadora de la existencia social del venezolano y del orden que debe gozar la legitimidad y la estabilidad.

El Presidente Trump con data cierta ha calificado a Maduro de dictador ideologizado y al servicio del castromarxismo cubano que, además, opera en contra la democracia venezolana accionando sobre la mayoría de los ciudadanos, que sufren desde el golpe de Estado del 4F la violencia política y desde 1999 el establecimiento de un régimen autocrático militarista, cobarde y asesino que ya es insostenible. La política impone, entonces, un cambio ante el grave conflicto social que ha conducido a la diáspora que avergüenza hoy al gentilicio del venezolano. Reconstruir la democracia es impostergable y obligatorio para desplazar la vanguardia revolucionaria militarista, que sólo se logrará con acciones de una sociedad con identidad colectiva democrática, con capacidad hasta de contener el ejército marxista como agente de cambio social.

Los ciudadanos demócratas coincidiremos y operaremos para una transformación activando la desobediencia civil, desde allí se llegará a la huelga general y, a partir de aquí, una vez desplazado el conflicto social artificioso que ha impuesto esta supuesta revolución socialista, se iniciará el momento en el cual se cumpla la Constitución. Constitución que abrece y proteja al ciudadano, ciudadano que no quiere más conflicto y desde ya comprende la importancia de la política, entendida como la junta entre la participación política y acciones que potencian el orden social.

Hoy desde la capital del mundo quedó claro que Venezuela es una tiranía, y el tirano Maduro va tener que enfrentar a una masa de ciudadanos demócratas que tienen el derecho a desvincularse de la apatía y a convencer a muchos ciudadanos de la necesidad de la política. Política que abriga a la desobediencia civil, para fracturar un régimen vergüenza de una nación que sufre una desgracia y que ha logrado el control de la masa ciudadana para bloquear una democracia propia del siglo XXI, que permita fortalecer el buen vivir, la paz ye l desarrollo en esta nación.

La afirmación de Trump debiere inducir a la acción de los demócratas venezolanos para transformar una realidad política monstruosa, que es la tiranía militarista. La acción política del 87% de ciudadanos como sociedad democrática se ancla en la ética y la moral del venezolano, en consecuencia a es obligación política es la que debe impulsar a la acción de desobediencia civil para no ser más objeto de vergüenza ni señalamientos públicos internacionales, que Venezuela pueda retomar su espacio en el mundo como una democracia y no como se señaló hoy: una tiranía. Constrúyase el esfuerzo colectivo, ciudadanos venezolanos, para repicar y replicar el gentilicio democrático de los venezolanos en pleno siglo XXI.

Es original,

Dr. José Machillanda
Director de CEPPRO
@JMachillandaP
Caracas, 24 de septiembre de 2019