Tras pacto con EEUU, Turquía negociará con Rusia su presencia en Siria

Tras pacto con EEUU, Turquía negociará con Rusia su presencia en Siria

(ARCHIVOS) En esta foto de archivo tomada el 4 de abril de 2018, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan (L), y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se miran durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente iraní, como parte de una cumbre tripartita sobre Siria, en Ankara.
Rusia y Turquía están en intensas negociaciones para garantizar que la provincia de Idlib, controlada por los rebeldes, no se convierta en un punto de quiebre en su alianza con Siria, pero el destino a largo plazo del área aún corre el riesgo de provocar una ruptura, dicen los analistas. El presidente Vladimir Putin y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan han encabezado una asociación poco probable pero sostenida para traer la paz a Siria desde finales de 2016, a pesar de estar en teoría en lados opuestos de la guerra civil. / AFP PHOTO / ADEM ALTAN

 

 

 





El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reunirá el próximo martes con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para negociar la presencia futura del Ejército turco en el noreste de Siria, después de haber alcanzado el jueves pasado un acuerdo al respecto con Estados Unidos.

Erdogan adelantó hoy que no se opondría a la presencia de las fuerzas del régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, en esta región, siempre que se garantice la ausencia de las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que controlan la zona desde 2015.

“Queremos llegar a un arreglo razonable con Rusia. Tenemos una sola condición: que las zonas con presencia de tropas del régimen se limpien totalmente de las YPG”, dijo el jefe del Estado turco.

RUSIA, CLAVE EN SIRIA

Putin es un fuerte aliado de Al Asad y Erdogan afirmó que en el encuentro previsto para el 22 de octubre en la ciudad rusa de Sochi se determinarán los detalles de la presencia de las tropas turcas en el territorio sirio que Ankara llama “franja de seguridad”, junto a la frontera turca.

Erdogan lleva meses insistiendo que no puede tolerar la presencia de las YPG en esta región, al considerarlas “terroristas” por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.

El pasado 9 de octubre, el Ejército turco empezó a invadir las ciudades sirias de Tal Abiad y Ras al Ain, situadas directamente en la frontera.

La operación militar, denominada “Fuente de Paz”, se lanzó después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la retirada del contingente militar de su país de la región, lo que se interpretó como una luz verde para la incursión turca.

Pero mientras la artillería turca intentaba vencer la encarnizada resistencia de las YPG en las dos ciudades, Trump empezó a amenazar a Turquía con severas sanciones económicas si seguía con la ofensiva y ayer envió un equipo negociador, encabezado por el vicepresidente, Mike Pence, para negociar un alto el fuego.

“AMÉN” DE EEUU A EXIGENCIAS TURCAS

Curiosamente, el texto del acuerdo, revelado anoche por Ankara, prevé la retirada completa de las YPG en los próximos 5 días de una franja de 32 kilómetros de ancho en el noreste de Siria, que será puesta bajo control de las tropas turcas, tal y como Erdogan exigía desde un principio.

Supuestamente, Washington ha mediado con las milicias kurdas y ha conseguido que éstas cedan en todos los puntos, algo que despierta escepticismo entre muchos conocedores de la situación.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó hoy en Bruselas que, “de hecho”, la tregua “no es un alto el fuego, sino una petición de capitulación a los kurdos”.

A cambio del cese de las hostilidades, EEUU se comprometió a no imponer sanciones a Turquía.

Sea como sea, lo que Gobierno turco califica de “suspensión de la ofensiva” entró oficialmente en vigor anoche.

TIROTEOS ESPORÁDICOS

Pese al pacto, esta mañana aún hubo tiroteos y bombardeos esporádicos en Ras al Ain, según denunciaron las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), la alianza de milicias liderada por las YPG.

Diversos testigos han asegurado a Efe que se siguen oyendo explosiones ocasionales, pero Erdogan ha descartado que haya violaciones del acuerdo y ha tachado de “desinformación” las denuncias.

El mandatario indicó hoy en que la franja que deben abandonar las YPG será de 444 kilómetros de largo por 30-35 de ancho, pero dejó la puerta abierta a que sean las tropas del régimen de Asad y no las turcas las que controlen parte de ella.

“Una vez que la zona se haya limpiado completamente de las YPG, no nos supone ningún problema que quede bajo control del régimen. No tenemos intención de quedarnos allí”, dijo Erdogan.

Eso sí, insistió en que las tropas turcas no se retirarán hasta que no se compruebe la retirada completa de las milicias kurdas y la destrucción de sus posiciones y arsenales.

Por su parte, las autoridades kurdosirias pidieron hoy a la comunidad internacional, Estados Unidos y las Naciones Unidas que envíen “inmediatamente” observadores al norte de Siria con el fin de supervisar el alto el fuego.

TURQUÍA SEGUIRÁ PRESENTE EN SIRIA

Precisó también que Turquía prevé establecer doce “puntos de observación” en esa franja, y mostró un mapa a la prensa en el que se indica que estos se repartirán a lo largo de todo el noreste de Siria, desde el río Éufrates hasta Irak.

El sistema de “puntos de observación” recuerda al que las Fuerzas Armadas turcas han establecido en Idlib, en el oeste de Siria, donde patrullan sin administrar el terreno.

CAMBIO DEMOGRÁFICO FORZADO

Por otra parte, Erdogan volvió a insistir hoy en que planea edificar en la mencionada franja “140 aldeas de unos 5.000 habitantes y diez municipios de 30.000 habitantes” para asentar en ellos a entre uno y dos millones de los 3,6 millones de refugiados sirios que residen en Turquía.

Esto significaría crear un profundo cambio demográfico en un territorio que, con excepción de Tal Abiad y sus alrededores, está ahora mayoritariamente habitado por kurdos, que quedarían en minoría pues la gran mayoría de los refugiados en Turquía provienen de las regiones occidentales de Alepo, Hama y Homs, de lengua árabe.

El propio Erdogan admitió este dato al señalar que en Turquía “hay unos 350.000 refugiados kurdos que han huido de las zonas ocupadas por las YPG”.

YIHADISTAS HUIDOS

Por otra parte, Erdogan informó de que las fuerzas turcas han detenido a 195 supuestos miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI), de un total de 750 que, al parecer, se habían evadido de las prisiones controladas por las YPG desde el inicio de la ofensiva turca.

Entre los combatientes huidos “hay unos 150 turcos, así como unos 500 de otros países, como Francia, Holanda o Alemania”, indicó el mandatario.

“Estos países ¿aceptarán a los yihadistas? A los 150 turcos los juzgaremos nosotros. A los otros deberían juzgarlos ellos”, resaltó el presidente turco, en referencia a los países europeos de los que son oriundos los combatientes.

Un asunto que Erdogan podría plantear directamente a sus homólogos europeos en breve: el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este viernes que él, el primer ministro británico, Boris Johnson, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunirán en “las próximas semanas” en Londres con Erdogan.

Según Macron, esos tres socios de la OTAN deberían ver a dónde puede llegar Turquía y cómo conducirla a “posturas más razonables”.

EFE