Beyker Albornoz: En defensa del Liberalismo

Beyker Albornoz: En defensa del Liberalismo

Las sociedades libres, democráticas y con economías estables con el pasar del tiempo dan por sentadas las bases de su sociedad. 

Dentro del sistema social se van gestando movimientos para reclamar un cambio, las consignas son diversas, igualdad, oportunidades, educación y otras tantas. Hoy varios países en Latinoamérica viven movimientos sociales en reclamo de mejoras; Chile una de las principales economías de Sur América, está sufriendo una serie de protestas concentradas mayormente en la capital que tuvieron como origen el aumento de pasaje del Metro. Y que hoy reclaman más igualdad y la salida del gobernante de turno.

Todos los hechos históricos están relacionados, lo que hoy pasa en América tiene sus orígenes en el año 1848; Marx y Engels publican el manifiesto comunista poco después de la “primera revolución industrial” ambos hechos históricos traen consigo cambios sociales, políticos y económicos.





Europa entonces daba por sentado los principios y avances de su sociedad, sin embargo, en 1914 entra en conflicto y se desarrolla la primera guerra mundial, en 1917 ocurre la Revolución de octubre de la mano de Lenín y Trotski en la Rusia Zarista dando paso a la Unión Soviética. Y entonces uno de los máximos exponentes del comunismo ve una oportunidad en el conflicto Europeo de expandir las ideas comunistas.

Termina el conflicto en Europa en 1918, dejando grandes heridas en la sociedad Alemana, quienes en 1933 eligen a Adolf Hitler como canciller, una sociedad con una gran crisis económica y sufriendo las imposiciones de haber perdido la guerra decide iniciar la segunda guerra y el nazismo reclama el resto de Europa por la fuerza.

Todos estos movimientos tienen su origen en pensadores y pequeñas organizaciones que logran conectar con la “masa” y encontrándose en el poder han hecho grandes cambios para bien o para mal, son estas minorías quienes deciden los rumbos de la historia convirtiéndose en sistemas totalitarios, hasta que se les hace frente y otro grupo de poder vuelve a sentar las bases de la libertad, la igualdad ante la ley y la democracia a un costo muy alto. 

Desde el año 1953, casi 100 años después de la publicación del manual comunista la unión soviética establece su principal base operacional en el continente desde la Habana. América Latina abre las puertas a Fidel Castro con gran parafernalia, era lo novedoso, era lo que todos querían. El poder del proletario, la fuerza de las mayorías, “los de abajo por los de arriba”.

Toda la maquinaria socialista desde entonces a través de las pantallas, el cine, medios de comunicación, universidades y partidos políticos fijaron en el subconsciente de la sociedad las ideas socialistas y quienes debieron advertir y hacer frente ante tal amenaza dejaron permear toda América de “teorías sociales” cuya única respuesta para saber de dónde vendría el financiamiento de tales esquemas sociales era quitarle a los ricos para darle a los pobres. 

La democracia a través de sus instituciones permitió llegar al poder de las naciones a líderes que fueron formados por décadas en esta ideología, y allí entonces nunca más dejaron el poder por vía democrática las cosas que se daban por sentadas como la vida, la libertad y la propiedad dejaron de serlo. 

Quienes hoy operan políticamente en las naciones americanas a través del Grupo de Puebla o Foro de Sao Paulo, han trabajado por décadas para poder orquestar acontecimientos como los de Chile y Ecuador, donde por vía de la desestabilización y con banderas de igualdad y cambio pretenden imponer gobiernos socialistas, recientemente en Perú a través de las instituciones se pretende torcer el esquema de gobierno para dar paso a gobiernos socialistas, pocos días han pasado desde las elecciones en Bolivia donde su ciudadanía votó pero no eligió y finalmente el caso de Argentina un “pueblo” elige como líderes a personas que son probadas corruptas.

Desde la tribuna liberal y en Venezuela particularmente ante el letargo político actual se deben abordar tres líneas: la opinión pública sobre las reales alternativas en la resolución del caso Venezuela; la formación ciudadana constante en las ideas liberales, la real política y el gobierno de los mejores;  la coordinación de acciones que permitan avanzar a quienes defienden la doctrina para salir del discurso de las ideas que si funcionan y dar paso a las acciones que si funcionan para la toma y ejercicio del poder que llevará al rescate de la República. El Liberalismo se debe asumir con valentía, la Defensa del Liberalismo es la principal de todas las banderas; esta vez para enseñarle a las futuras generaciones que no se debe dar por sentado ninguno de los derechos de los cuales disfruta.