Konzapata: Maduro teme que la Biblia y Cristo lo echen del poder como echaron a Evo Morales

Konzapata: Maduro teme que la Biblia y Cristo lo echen del poder como echaron a Evo Morales

Maduro manipula la religión. Chávez también lo hacía. Foto: YURI CORTEZ / AFP, 30/09/2019, Caracas (Venezuela).

 

El chavismo siempre ha manipulado la religión. De los procesos políticos del Siglo XXI en América Latina fue el primero en apelar a la religión como escudo, como argumento. Hugo Chávez decía que Cristo era el jefe de la Revolución Bolivariana. Y Hugo Chávez, desde los comienzos, se prodigaba en citas bíblicas. Pero también la religión era un arma de ataque. Contra la Iglesia Católica.

Por Juan Carlos Zapata / Konzapata





Hugo Chávez apuntaba contra la jerarquía de la Iglesia. Y señalaba que los curas tenían metido el diablo en la sotana o que la jerarquía era un tumor. Cuando en 2003 murió el cardenal de Caracas, Ignacio Velasco, huestes chavistas atacaron el cortejo fúnebre. Y el Palacio Arzobispal fue tomado por una horda liderada por aquella dirigente ahora muerta, y que era violenta y terrible, llamada Lina Ron. Chávez se reconcilió con la Iglesia Católica en los últimos meses de vida. Celebró una misa en la que pidió por su vida y llegó al punto de aprobarle recursos que le tenía represados.

El chavismo quiere seguir usando la religión como arma. Ahora pretende ordenar el esquema de manipulación con una estructura que depende del partido de gobierno. ¿Pero por qué Nicolás Maduro se mete de lleno en este proceso? ¿Por qué crea dentro del PSUV la Vicepresidencia de Asuntos Religiosos? ¿Por qué le brinda tanta importancia y designa como responsable al exgobernador José Vielma Mora? Esta es, según Vielma Mora, la nueva “gran idea” de Maduro. ¿Por qué? ¿A qué le teme Maduro?

El chavismo ya no es el único movimiento populista que en América Latina se apalanca en la religión. El fenómeno surgió con fuerza en Brasil con Jair Bolsonaro, y surgió ahora en Bolivia, y fue determinante en la caída de Evo Morales. En Nicaragua, Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, también, desde la misma acera de Maduro, apelan a la manipulación religiosa y esotérica, en un país donde la Iglesia Católica, por lo demás, ha sido protagonista de la historia política del último medio siglo. En Colombia, los grupos evangélicos irrumpieron en las últimos procesos electorales, sobre todo en el referendo para aprobar los acuerdos de paz firmados entre el gobierno de Juan Manuel Santos con las FARC. En Venezuela, en las elecciones fraudulentas en las que se eligió a Maduro para otro mandato, se supone que el candidato evangélico, Javier Bertucci, obtuvo un millón de votos.

Maduro ahora ofrece tierras. Una universidad. Apoyo institucional. Dinero y logística. A los evangélicos. Maduro tiene que agradecer a Javier Bertucci y a su movimiento la participación en aquellas elecciones y que ahora también Bertucci participe en la mesa de diálogo que Maduro se inventó como esquema alternativo frente a la negociación que contaba con la mediación del gobierno de Noruega con el equipo de Juan Guaidó. Bertucci también ha estado de gira por Europa, acompañando a dirigentes del chavismo con el fin de abrir caminos para el reconocimiento de Maduro.

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