Luis Escalante, el joven que pasea su carro con luces navideñas como acto de rebeldía

Luis Escalante, el joven que pasea su carro con luces navideñas como acto de rebeldía

Foto: Steffany Carvajal – La Patilla

 

Lo que empezó como una simple idea tras unos tragos entre amigos, se terminó convirtiendo en un símbolo de rebeldía. Un carro forrado de luces navideñas con un mensaje en el vidrio trasero que expresa: “¿Si el Guaire puede, por qué yo no?” circula por Caracas desde hace una semana y a su creador aún le cuesta creer el impacto.

Raylí Luján / La Patilla





Luis Escalante, un contador de 28 años, decidió celebrar su navidad a toda costa y no permitir que la crisis socio-económica que atraviesa Venezuela se lo impidiera.

“El mensaje sí tiene un tilde de protesta, pero no malo. Lo veo como una frase de superación. A mi nadie me pagó esto. Fue algo que nació de una echadera de broma y ha dado alegría”, dice. Al ser consultado sobre si puede verse como un acto de rebeldía, asiente y agrega que se trata de “hacer lo que uno quiera hacer”.

Ha recibido un sinfín de mensajes de apoyo y un par de críticas. “Me han dicho que debería haberle puesto publicidad y que está muy creativo. Otros me han dicho que soy un ridículo, y la verdad, me da igual”.

Foto: Steffany Carvajal – La Patilla

 

Asegura que se inspiró luego de ver los alumbrados navideños en la ciudad aunque no está de acuerdo con que se utilicen para intentar normalizar la crisis. Comenta que un ministro publicó el video del vehículo en las principales avenidas caraqueñas celebrando la navidad. No fue de su agrado.

“Yo lo hice porque yo quería hacerlo, no con otras intenciones, pero no estoy de acuerdo con que quieran aparentar a la verdadera realidad que se vive en Caracas o en muchos otros sectores del país”, apunta Escalante.

Foto: Steffany Carvajal – La Patilla

 

Cree que lo que hizo es algo pasajero. Sabe que con el tiempo la gente lo olvidará aunque espera que en las próximas navidades otros imiten su viral idea, con la que ha podido hacer sonreír a niños y adultos.

“Hay que hacer lo que uno quiera hacer, no simplemente quedarse en palabras y pensamientos. Deberían existir más personas que se atrevan a hacer las cosas”, exclama.