Las incoherencias e incógnitas que arroja la renuncia de Meghan Markle y el príncipe Harry

Las incoherencias e incógnitas que arroja la renuncia de Meghan Markle y el príncipe Harry

El príncipe Harry y Meghan Markle. REUTERS / Peter Nicholls

 

No solo se trata del fondo, sino también de las formas. Una cosa es renunciar a las obligaciones reales (no tanto a los derechos) y querer alejarse de The Firm y otra irse dando un portazo, de malas maneras y sin avisar. «Renuncia si quieres, pero desairar a la Reina es imperdonable», rezaba el titular de la columna de Benedict Spence en «The Daily Telegraph». Ese es el pesar general de buena parte del pueblo británico y la posición que defiende con más o menos vehemencia la prensa. «El deseo de alejarse de la vida real es comprensible, pero su anuncio fue prematuro y petulante» decía el editorial de «The Times», quien subrayaba el malestar de la Reina Isabel II por no haber sido informada. Que con 93 años y 67 en el trono, uno tenga que enterarse por televisión de que su nieto da un paso atrás y se apea de sus funciones escuece cuanto menos. Ayer mantuvieron una conversación teléfonica a cuatro; la Reina desde Sandringham, el príncipe Carlos desde Escocia y Harry y Guillermo desde Londres. El «Megxit» -como ya lo han bautizado los medios ingleses- arroja además algunas incongruencias que se desprenden de su comunicado.

Por abc.es





¿Dónde residirán?

La pareja tiene intención de vivir entre Reino Unido y América del Norte -suena con fuerza Canadá, donde han pasado dos meses de retiro y ella residió cuando rodaba «Suits»-.

¿Qué ocurrirá con la vivienda de Frogmore Cottage, en Windsor, que les cedió la Reina?

Quieren mantener la casa y alojarse en ella durante sus estancias en Reino Unido. La vivienda fue renovada el pasado año a cargo del bolsillo del contribuyente con un coste de 2,4 millones de libras (2,8 millones de euros). Se desconoce en qué inmueble se instalarán en América.

¿Cómo se ha financiado el matrimonio hasta ahora?

El 95% procede de los ingresos asignados por el Príncipe Carlos, a través de los fondos del Ducado de Cornualles. El 5% restante procede del llamado Sovereign Grant (Subvención Soberana), la partida anual oficial de la monarquía proveniente del Estado. Solo han precisado que renuncian a este último ingreso. Hay que recordar que Harry y Guillermo heredaron 21 millones de libras tras la muerte de su madre, Diana de Gales.

¿Mantendrán los títulos?

Todo apunta a que sí. El anuncio de su «adiós» viene firmado como Duques de Sussex y no hace mención a que vayan a renunciar a ellos (además de Duque de Sussex es Conde de Dumbarton, Barón Kilkeel). Cabe señalar que la pareja optó por no darle a su hijo Archie Harrison Mountbatten-Windsor un título, aunque podría heredarlos de su padre. Además, Harry seguirá ocupando el sexto puesto en la línea sucesoria al trono británico.

¿Podrán ejercer alguna profesión?

Según la web que han creado, Sussexroyal.com, la pareja «valora la capacidad de ganar un ingreso profesional», algo que prohíbe la estructura actual monárquica. Aunque Enrique trabajó en el pasado para el Ejército y Meghan era actriz, parece difícil que puedan combinar un empleo con su estatus real, dado que podría generar un conflicto de intereses. La pareja pretende «seguir colaborando con Su Majestad y desempeñando algunas labores». Meghan y Harry han adelantado que prevén lanzar una organización benéfica, SussexRoyal, que agrupará todos sus intereses.

¿Seguirán los contribuyentes británicos costeando las medidas de seguridad que precisan los Sussex?

Sí, todo seguirá como hasta ahora. Disponen de un servicio proporcionado por la Policía Metropolitana de Londres, ordenada por el Ministerio del Interior. Están clasificados como personas protegidas internacionalmente.

¿Existe un precedente en la Familia Real inglesa?

La respuesta corta y precisa: no. Pero se viene rápido a la cabeza el año 1936. Eduardo VIII, tío de la Reina Isabel, renunció al trono para casarse con la norteamericana y dos veces divorciada Wallis Simpson. El Parlamento tuvo que aprobar una ley para que pudiera abdicar y ceder los derechos de sucesión a su hermano. Pero los Sussex se enfrentan a una situación muy diferente. Ellos abandonan por voluntad propia y negocian entre el deber y la independencia.

¿Esta decisión evidencia una ruptura entre Harry y Guillermo?

En un reciente documental del canal ITV, Harry afirmaba que están «en caminos diferentes» y que «apenas» se ven. Unas declaraciones que enfurecieron al Príncipe Carlos, más partícipe de lavar los trapos sucios en casa que en prime time.