Desde la resistencia civil al retorno de la nación, por José Machillanda

Desde la resistencia civil al retorno de la nación, por José Machillanda

 

La decidida valiente y ejemplar expresión de resistencia civil merideña, muestra categóricamente el rechazo y desprecio de la ciudadanía democrática venezolana mayoritaria hacia la tiranía madurista-militarista, cobarde y alevosa, que se empeña -mediante las bocas de fuego- imponer el socialismo marxista-militarista en contra de los Repúblicos. La resistencia civil merideña, llama al “Regreso de la Nación” y al retorno de la venezolanidad toda, como expresión de contra-violencia propia de una sociedad que entiende el valor de la “Resistencia Civil”, como método de lucha al régimen anacrónico y perverso vendido a la ideología marxista y al cubanismo.





Por José Machillanda

Los Merideños y Mérida-estado, nos llaman a todos los demócratas como nación, actuar en contra del terrorismo y el carnaval cínico e inmoral de espalda al hombre y al desconsuelo de los venezolanos decentes, que saben que el uso de los medios políticos reforzara desde ya nuestra convicción para desplazar la barbarie. Mérida muestra a un liderazgo político emergente, a sus operadores políticos regionales y ante todo… a sus líderes políticos vecinales llenos de energía, conocimiento y fe para enviarle un mensaje a Venezuela: Desobedecer al Estado bestiario, ese es nuestro derecho. Accionemos como resistencia civil activando una lucha colectiva, que terminara paralizando esta farsa del militarismo cobarde que defiende a un gobierno de trúhanes.

Mérida, con su participación contendiente social, registra un liderazgo probo tan asertivo, que le ha “tocado diana a muchos operadores partidistas”, que todavía se escudan en el partidismo y olvidaron la virtud de la política como ciencia y arte. Política que llama a la Acción Colectiva Transformadora, movida por la venezolanidad y amparada por la Constitución y las leyes de la República, mostrando además, que no es la conspiración y menos la violencia, sino la civilidad, es decir, la capacidad política para profesar y defender los derechos civiles del ciudadano: conforme al derecho civil.

La participación política contendiente, más la Resistencia Civil, más la lucha política colectiva sin violencia auto-regulada como expresión de sociedad civil –nos dicen los Merideños- permitirán que retornemos a la nación. Nación civil, como forma democrática que impone sabiduría y paciencia civilista con rechazo a la fuerza, con control sobre las fuerzas políticas y muchos más al proceso desquiciado del militarismo. La nación habla de República, en una República existirá estamento militar -no y nunca partido político en armas como gobierno- si para que sirva de instrumento a la política internacional vinculada a la geopolítica. En consecuencia, el Retorno a la Nación impone desde ya la reconceptualización del estamento militar y su regreso a los cuarteles.

Mérida y su Resistencia Civil es expresión civilizada, igualmente es un reclamo al liderazgo político “fatuo” que desconoce el Ambiente Político Real Violento y sus graves consecuencias, que ya hacen insoportable la vida de miseria, agonía y descontento que sufre el ciudadano. Mérida, su Resistencia Civil y su liderazgo político han comprendido su delicado quehacer como Resistencia Civil, que no es otra cosa más que hacer política, política distinta al exhibicionismo en la mass media comunication de espalda a la nación. Lo que Mérida como sociedad excelsa dejó claro, es que es intolerable el régimen y ello obliga a la definición de una Transición Política Contendiente, que como cambio político del sistema nos aproxime a la Democracia.

Mérida nos ha recordado la virtud de la democracia y el retorno a la nación. Este será entonces el vector único de la Venezuela-Estado, cualquier otra acción y/o maniobra, será incomprensible por cuanto se retraería a un hecho pre-político, pre-político ya que la conflictividad articulada por el régimen y su partido político en armas son contrarios a la Constitución y a la mayoría de venezolanos que reclaman su cumplimiento. De cuanto se trata entonces, nos recuerda Mérida es generalizar y potenciar la Resistencia Civil, mediante la desobediencia para alcanzar, la Decencia Cívica, la cual es igual: acción política con ética y con acción transformadora social que nos permita el derecho de reponer la Ecuación Democrática.

¡La Resistencia Civil de los merideños! es una realidad que llama a la Nación, que motoriza a que el liderazgo político tome nota y proceda a construir una Resistencia Civil política organizada, entrenada y dispuesta a reponer una democracia tal como reza en la Constitución. La nación y su retorno a la política, a la venezolanidad de sus ciudadanos, sobrepasa un liderazgo fatuo y acomodaticio que todavía no siente lo que sufre y amarga a una mayoría de demócratas. Mayoría que hoy tiene claro la abulia e incapacidad de quienes todavía no asimilan el impacto que ha producido la ideologización marxista-militarista sobre el venezolano que rechaza y que reclama el “Regreso a la Nación” para como ser civilizado vivir según la Constitución y las leyes de un país en pleno siglo XXI.

Dr. José Machillanda

Director Cátedra Simón Bolívar-CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 26 de febrero de 2020