¿El problema venezolano no es el socialismo?, por Justo Mendoza

¿El problema venezolano no es el socialismo?, por Justo Mendoza

Justo Mendoza

 

Moisés Naim y Francisco Toro han escrito un articulo de opinión (https://www.foreignaffairs.com/articles/venezuela/2020-02-03/el-problema-de-venezuela-no-es-el-socialismo) con una explicación sobre la causalidad de la crisis señalando que “no es la adhesión doctrinaria de Maduro al socialismo sino, más bien, el deslizamiento del país hacia la cleptocracia” el principal generador del proceso de desmantelamiento sociopolítico y económico de Venezuela, como efecto.
Este artículo de opinión pretende analizar líneas críticas pero yerra en el desarrollo del enfoque: la causalidad de la crisis política.

Por Justo Mendoza





En la causalidad – entendida como una relación ‘pegajosa’ entre causa y efecto- descarta al “socialismo” como causa eficiente del proceso de desinstitucionalización del poder y del Estado y levanta -cual David la cabeza de Goliat- al bandolerismo organizado como la “raison d’etre” -razón de ser- del régimen y por ende la causa eficiente de “frankestein” político que esclaviza, acachapa, a la sociedad venezolana. Desde allí la descriptiva de los prestigiosos columnistas entra en un “si pero no” argumental; y en verdad, podemos decir con este artículo de Naim y Toro que después que mataron al tigre le tuvieron miedo al cuero: el “gap” interpretativo es que el título del ensayo los maniató al desechar el relato ideológico oficialista y afanarse en sindicar el modelo delincuencial impuesto como el factotum de todo cuanto acontece. Así, una consideración ignorada es que el relato político -desde el imaginario redentorista del socialismo- le da al regimen una cobertura de legitimidad popular que funciona, más allá de la estafa emocional.

El socialismo -en su agiornamento siglo XXI- es la escafandra biomecánica de la corporación delincuencial que azota a Venezuela y amenaza la estabilidad del continente. Realizar, con disquisiciones biopolíticas y arrestos de originalidad argumental, un descarte ‘ex ante’ de lo ideológico para despojar el comportamiento del régimen de todo soporte político -en tanto que relación de poder de conflictividad de intereses societales- es una equivocación tan prominente como la que acusa el artículo respecto de achacarle al socialismo la carga total del estrafalario y vil sistema impuesto a los venezolanos.

Un análisis eficiente, en la búsqueda de opciones para la superación del problema venezolano, debe involucrar el pegamento psicopolítico del régimen (el sediciente socialismo) y su comportamiento pragmático conductualista que lo lleva a develarse como una corporación delincuencial.

JVMJ.25.02.2020