José Romero: Caso George Floyd o cómo explotar un Factor X en territorio estadounidense

José Romero: Caso George Floyd o cómo explotar un Factor X en territorio estadounidense

Si bien es cierto que las imágenes del presunto homicidio del Sr. Floyd no tienen defensa ni justificación, también es cierto que se consiguieron con toda una organización preparada para aprovechar el surgimiento de una oportunidad como ésta para activar un plan preconcebido a fin de inflingir el mayor daño posible al pueblo norteamericano y sus instituciones.

No hay diferencia entre lo que está en pleno desarrollo aún en USA y las revueltas generadas reciéntemente en Chile y Colombia, incluso, aunque con menor fuerza, en Panamá. Ejecutadas por una siniestra coalición cuyos integrantes pueden fácilmente identificarse por su membresía tanto en el Foro de Sao Paulo como en el Grupo de Puebla.

Queda hacer la tarea sobre quiénes y desde dónde operaron las redes sociales y aportaron recursos y conocimientos para generar el efecto de enjambre que, con una insignificante cantidad de tiempo, dinero y esfuerzo invertidos, ocasionó un nivel de daños tan grandes…





Será posible que, si se comprueba lo que se informó que agentes del régimen castro-chavista están detrás de los disturbios, saqueos y violencia generalizada en suelo norteamericano, puedan, finalmente, comprender otros países el nivel de amenaza que este conglomerado del mal representa para toda la región, sin excepciones?

De ser así, cuál va a ser la respuesta? Porque, mientras “los buenos” juegan respetando las reglas de la civilidad, “los malos” no respetan ninguna, ni moral ni legalmente fijadas como límites o consenso de lo que es correcto o no hacer, en función del respeto y del bien común.

Sin embargo, es tal la ventaja con que actúan que, saben que por muy perversas, retorcidas, dañinas e ilegales que resulten sus actividades, su enemigo, en este caso “los buenos” van a seguir respetándoles a ellos todos sus derechos y seguirán “evaluando y observando” para responder poco a poco, hasta que, espero que no demasiado tarde, decidan responderles en sus términos de contundencia y violencia, sólo que ejercidos legalmente como legítima defensa.

Si realmente se quiere poner un alto a toda esta escalada del comunismo, terrorismo y delincuentes transnacionales en contra del estado de derecho y la convivencia social pacífica de toda la región, no se pueden esconder detrás de excusas y pretextos, quienes tienen la obligación de tomar las decisiones pertinentes.